Arcelor comienza el vaciado del Horno Alto "A" de Veriña para confirmar si puede ser reparado

Cinco días después del espectacular incendio declarado el pasado miércoles en el Horno Alto "A" de la factoría de ArcelorMittal en Gijón, los técnicos de la empresa tienen previsto llevar a cabo este lunes la operación conocida como "salamandra" para retirar del fondo del horno los restos de escoria y arrabio que continúan en su interior.

Ya se sabe que el crisol resultó perforado, pero hasta que no sea vaciado no se podrá conocer el alcance real de los daños y las posibilidades de reparación. La multinacional siderúrgica espera disponer del informe en el plazo de una semana y poder decidir el futuro del horno, cuya vida útil estaba previsto que se prolongase, por lo menos, hasta 2025.

En el mejor de los casos, el incendio obligará a tener parado el horno durante, al menos, dos meses.

Entre tanto, la dirección de ArcelorMittal han planteado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor que afectaría a unos 7.000 trabajadores de su plantilla, unos 5.000 en Asturias y el resto en las plantas de Sagunto, Etxebarri y Lesaka, que también dependen de la producción asturiana.

Los sindicatos consideran que la decisión de la empresa es prematura, al tiempo que le reclaman que confirme el plan de descarbonización anunciado en julio de 2021 y que pendiente de la aprobación definitiva por parte del comité de inversiones de la multinacional.

El plan preveía la sustitución de este horno alto por una planta de reducción directa del mineral de hierro, que en un primer momento utilizaría gas natural y después hidrógeno verde, además de una acería hibrida de horno eléctrico.

La inversión prevista ronda los 1.000 millones de euros, con 460 millones en ayudas públicas que ya han sido autorizadas por la Comisión Europea.