Así celebran las Siervas de Jesús los diez años que llevan sirviendo desayunos solidarios en Oviedo

Crece el número de personas que acude a diario a tomar café o coger un bocadillo al comedor social de la calle Uría

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Entrevista con la superiora de las Siervas de Jesús de Oviedo, María Teresa Martínez

Inmaculada Rivas

Oviedo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La calle Uría es la principal arteria de Oviedo. Entre las tiendas y clientes que se mueven a diario por esa vía también hay ciudadanos que no van de compras precisamente y acuden a pedir ayuda al comedor social que las Siervas de Jesús de la Caridad tienen en el corazón de la capital asturiana. Sus cafés solidarios son para muchas personas la primera comida del día y, muchas veces, la única. Por allí pasa gente muy necesitada en busca de una bebida caliente y un bocadillo. La ayuda de los voluntarios y las donaciones de empresas hacen posible el proyecto puesto en marcha hace diez años por la congregación religiosa.

Diez años de café y solidaridad

Los desayunos solidarios de las Siervas de Jesús nacieron en el año 2014. Entonces ofrecían la posibilidad de sentarse a la mesa para tomar café, un bocadillo, yogures o dulces. Con el tiempo, la demanda ha ido creciendo y ahora atienden a un centenar de personas diarias para las que no tienen espacio físico. Por ese motivo, el método de atención ha cambiado y los ciudadanos que acuden a desayunar recogen los alimentos y siguen su camino.

Siervas de Jesús en Oviedo

Una religiosa y una voluntaria preparan los desayunos solidarios

"Cada vez somos más", ha explicado en COPE la hermana superiora de la congregación, María Teresa Martínez, que agradece la colaboración de los ovetenses para poder atender cada día a quienes llaman a su puerta pidiendo ayuda.

Regalos por el aniversario

El desayuno del décimo aniversario ha sido especial. Aparte del habitual café, las religiosas han repartido un litro de leche a cada asistente y les han dado batidos, bombones, bocadillos, dulces y "todo lo que hemos podido".

El movimiento en el comedor social de la calle Uría comienza muy temprano cada mañana. Los voluntarios que sirven los desayunos llegan antes de que amanezca para poder preparar los desayunos y repartirlos entre las personas que hasta allí se acercan. Hay familias enteras, jóvenes que recogen bocadillos antes de ir a clase o ciudadanos que, simplemente, quieren empezar el día con algo caliente en el cuerpo y en su casa no disponen de alimentos.

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