Así se preparan las empresas de Asturias para hacer frente a los aranceles de Trump: “Nadie es ajeno”

Las empresas de Asturias preparan estrategias para esquivar la política arancelaria de Donald Trump y que sus negocios no se vean afectados por una guerra comercial que, ante todo, genera incertidumbre. La entrada en vigor del gravamen del 25 por ciento para el acero ha sido recibida con inquietud, pese a que Estados Unidos no es el principal mercado de las compañías asturianas con negocios al otro lado del Atlántico. El alarmismo también ha llegado al sector agroalimentario ante la amenaza del presidente de EEUU de aplicar aranceles del 200% al vino, la sidra o los productos lácteos. De forma directa o indirecta, Asturias no es ajena a la política arancelaria de Trump y toca mover ficha para no verse salpicado. 

EL GRUPO GONVARRI QUIERE “ESTAR PREPARADO”

Estados Unidos no el principal mercado del acero que ArcelorMittal produce en Asturias. Aún así, el arancel del 25 por ciento que ya tiene en vigor el país norteamericano puede ser un revés para el gigante siderúrgico si China invade Europa con sus productos 'lowcost' al no poder colocarlos en EEUU. Esos efectos indirectos los teme también el Grupo Gonvarri, con fábrica de estructuras metálicas en Cancienes (Corvera). El director general de esa división, René Porrúa, ha explicado en COPE que “tenemos que estar preparados para que nuestra producción no se vea afectada”.

Porrúa admite que el panorama no es “alentador” porque la guerra arancelaria se ha desatado en un momento ya de por sí complicado para el sector del acero que se encuentra en un “momento débil” provocado por la baja demanda o los altos costes de la energía, entre otros factores. “Nadie es ajeno y este caldo de cultivo genera mucha incertidumbre”, explica el directivo de Gonvarri. La compañía seguirá apostando por los mercados de Oriente Medio, África y Latinoamérica, donde su negocio ya se ha ganado un sitio, pero sin perder de vista la guerra arancelaria “porque puede entrar en una espiral muy peligrosa en la que todos saldríamos perdiendo”.

UNA QUESERÍA QUE SE VERÍA MUY AFECTADA

El arancel de Estados Unidos al acerco es del 25 por ciento y ya está en vigor. Pero Trump también quiere aplicar impuestos del 200 por ciento a los productos agroalimentarios que entren en EStados Unidos. La sidra asturiana o el vino de Cangas están en vilo. También el sector lácteo que tiene al otro del charco negocios importantes. Es el caso de la Quesería Rey Silo de Pravia, con un mercado significativo al otro lado del Atlántico que alcanza el 25 por ciento de su facturación. Al frente del negocio está Pascual Cabaño que está “muy preocupado porque no podemos afrontar ese gravamen”. La búsqueda de nuevos mercados entra en los planes de Rey Silo. El problema es que el Gobierno de España les exige para exportar un certificado que cuesta 3.000 mil euros al año, según ha denunciado Cabaño en COPE, que ve en Luis Planas, al frente del Ministerio de Agricultura, al “Trump español”.

“No sé qué vamos a hacer”, expresa este emprendedor del sector lácteo ante las complicaciones que están surgiendo. A los aranceles de Trump suma “las trabas del propio Gobierno de España”. Esa doble dificultad ensombrece el futuro de una quesería que viene creciendo desde hace años y que ahora teme por su futuro.