Barbón inicia el proceso para la oficialidad del bable, que no habla ni el 20% de los asturianos

El presidente del Principado quiere reformar el estatuto de autonomía, pese a la falta de consenso y de demanda social

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Los asturianos opinan sobre la oficialidad del bable

Redacción COPE Asturias

Asturias - Publicado el - Actualizado

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El presidente del Principado, Adrián Barbón, confirmaba esta semana la deriva nacionalista del PSOE asturiano anunciando el comienzo del proceso para reformar el Estatuto de Autonomía y aprobar la oficialidad del bable, o “llingua”, en sus diferentes variantes.

Una cooficialidad que hasta 2017 sólo demandaban grupos asturianistas con la oposición de la mayor parte de los grupos políticos asturianos, incluidos los socialistas, que siempre se opusieron a que la llingua tuviese la misma consideración que el castellano.

Todo cambió en el último congreso de la Federación Socialista Asturiana, en el que Barbón llegó a la secretaría general y se aprobó una enmienda en favor de la oficialidad del bable.

Cuatro años después, está a punto de conseguirlo. Para reformar el Estatuto de Autonomía necesita del apoyo de los 3/5 del parlamento asturiano, 27 de los 45 diputados. PSOE, IU y PODEMOS suman 26, con lo que sólo necesitarían el apoyo de uno de los dos diputados de FORO Asturias, el partido fundado por Cascos, para conseguirlo.

PP, VOX y Ciudadanos ya se han manifestado en contra, al igual que varios de los autores del actual Estatuto de Autonomía, que en diciembre cumple 40 años, y a los que se acaba de conceder la medalla de oro de Asturias. Uno de los principales redactores fue Francisco Sosa Wagner, propuesto entonces por el PSOE.

Sosa Wagner, rechaza la reforma del estatuto porque ve imposible alcanzar el consenso que se consiguió en 1981 y, además, considera que el del asturiano es un debate artificial. “Es algo creado e impulsado por fuerzas políticas, y los gobernantes deben dedicarse a resolver los problemas de los ciudadanos, no a crearlos”, asegura, recalcando que “esta reforma política está destinada a crear problemas, problemas inútiles”.

La propuesta tampoco levanta pasiones entre la mayoría de los asturianos, que se mueven entre el rechazo y, como mucho, la indiferencia. En una rápida encuesta a pie de calle, resultaba difícil este jueves encontrar asturianos que hablen bable o apoyen su oficialidad. Los más la consideran innecesaria, un gasto inútil o, incluso, temen que acabe provocando los problemas de convivencia que sufren comunidades como Cataluña o Baleares. Puedes escucharlos aquí

UNA “LLINGUA” SIN HABLANTES

Aunque el actual estatuto ya recoge la protección del bable y desde 1998 existe una “Ley de uso y Promoción del Asturiano” que impulso su enseñanza como asignatura optativa y voluntaria, lo cierto es que su conocimiento sigue siendo muy escasa.

Las valoraciones más optimistas estiman en 200.000 los hablantes de la “llingua”, apenas el 20 % de la población, aunque otros estudios lo rebajan a poco más de 100.000.

El cálculo se complica porque, además, existen diversas variantes según la geografía. La Academia de la Llingua lleva desde 1980 trabajando en la normalización de un asturiano común, que muchos consideran “artificial”, y al que, por lo menos, hay que sumar el “gallego- asturiano” de la zona occidental de la comunidad, al que últimamente se denomina “eo-naviego”.