Barbón recula: Cultura y Derechos Sociales serán dos consejerías y habrá once en total
El presidente vuelve a cambiar la estructura de su Gobierno en menos de 48 horas ante las críticas que suscitó la fusión de esas áreas
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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Frenazo y marcha atrás. El presidente del Principado, Adrián Barbón, recula y renuncia a crear la 'macroconsejería' que iba a fusionar las competencias de Derechos Sociales con las de Cultura, Política Lingüística y Deporte que iba a pilotar Vanessa Gutiérrez. Esa idea había generado un aluvión de críticas en las organizaciones del tercer sector, en toda la oposición parlamentaria e, incluso, en sus propios socios de Gobierno, en Izquierda Unida.
Barbón cambia los planes que había anunciado 48 horas antes y desdoblará en dos departamentos esas áreas de gestión. Al frente de la nueva Consejería de Cultura, Política Lingüística y Deporte estará Vanessa Gutiérrez. Para el segundo nombramiento "dialogará" con sus socios de IU aunque el presidente del Principado ya ha avanzado que será una mujer. De esta manera, el Principado de Astrias pasará de diez a once consejerías.
Motivos para dar macha atrás
Barbón ha hecho este anuncio ante el pleno de la Cámara autonómica durante el turno de preguntas de los grupos de oposición después de que el portavoz del PP, Álvaro Queipo, reiterara sus críticas a la reestructuración del gabinete anunciada el pasado lunes y que suponía la salida de Melania Álvarez como consejera de Derechos Sociales y Bienestar para convertirse en senadora.
Según Barbón, tras escuchar en los últimos días "a multitud de colectivos y asociaciones del tercer sector y de la cultura" y de hablar con sus socios de gobierno de IU, que cuestionaron esa remodelación y la falta de información previa sobre la misma, había decidido que finalmente las competencias de cultura tengan de nuevo rango de Consejería, como en la pasada legislatura, informa EFE.
"El cambio se impone una vez más", ha subrayado el jefe del Ejecutivo, que ayer había asegurado que todos los miembros del Gobierno están sometidos "a un examen continuo" y que su decisión perseguía "romper con la inercia continuista" y se preguntó si acaso la cultura no estaba relacionada con los derechos sociales.