Clausuran un corral en Asturias por el ruido que hacen los gallos
El cacareo de los animales sobrepasa los decibelios permitidos en Cangas de Onís. Un vecino, propietario de un hotel rural, lo ha denunciado.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Ayuntamiento de Cangas de Onís ha obligado a un vecino de Sotu Cangues a clausurar un gallinero que tiene en su finca desde hace más de dos décadas. ¿El motivo? Que los gallos hacen demasiado ruido.
Tanto que superan los decibelios permitidos, según las mediciones que han realizado técnicos de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales del Gobierno de Asturias. En concreto, en una noche se superaron los 72 decibelios junto al corral; cuando el máximo permitido no supera los 45.
Las mediciones y la decisión municipal se ha tomado tras la denuncia de otro vecino, propietario de un hotel rural cercano al gallinero, que se había quejado a la Policía Local de que el cacareo de los gallos molestaba a sus clientes.
“A mí me pasa lo mismo con el tráfico”
El dueño de los animales, sin embargo, no tiene ninguna intención de cerrar su corral. Va a presentar alegaciones a la orden municipal y ha pedir una licencia.
En una entrevista concedida al periódico La Nueva España, además, asegura que entiende que “el ruido de los animales incomode para dormir a una persona que no está del entorno rural; a mí me pasa lo mismo con el tráfico en la ciudad, y no lo paro”.
Los sindicatos agrarios también se han posicionado a favor del mantenimiento del gallinero. Asturias Ganadera ha calificado de “humillación” la decisión de clausurarlo y recuerdan que “hay turismo rural porque hay medio rural, y no la a inversa”.