La complicación añadida que desespera al pequeño comercio de Asturias: "Es lo que faltaba"

El verano suele ser una época que anima las ventas en el pequeño comercio. Las rebajas empujan a los clientes en busca precios más bajos. Así debería de ser en Asturias, pero hay un factor que está echando el freno al consumo. "Es lo que faltaba", asegura Belén Navas propietaria de "Quinze", una tienda de ropa situada en la calle Martínez Marina de Oviedo. A pocos metros está "Sanla", en el Rosal, otro negocio dedicado al mundo de la moda que dirige Laura Fernández que también está sufriendo el mismo inconveniente y que afecta directamente a las ventas.

Una complicación añadida

"Las ventas están muy flojas y llevamos así varias temporadas", se queja Belén Navas que lo achaca, entre otras cosas, a las condiciones meteorológicas. La inestabilidad con la que ha arrancado el mes de julio no ayuda a fomentar el consumo en un tipo de negocio que, además, tiene que competir con las ventas por internet o las franquicias. "Lo tenemos todo en contra", añade esta empresaria que lleva trece años con el negocio abierto y que aspira a poder mantenerlo durante el tiempo suficiente para poder jubilarse.

"Es un factor importante"

Laura Fernández también tiene en su tienda de ropa menos jaleo del que le gustaría. "El tiempo es un factor importante y si sale un rayo de sol, se animan las ventas".

Para esta joven empresaria es fundamental que las condiciones climatológicas sean estables y que el verano no sea gris porque también apaga las ventas. Las condiciones meteorológicas influyen directamente en su negocio que "ya tiene bastantes complicaciones" con la competencia de las grandes superficies o la carga fiscal que soportan.

"Nos lo tenemos que trabajar más, pero es lo que hay". Pese a todas las dificultades, Laura Fernández confía en mantener con vida la tienda que abrió hace ocho años.