El coronavirus también acaba con el primer zoo de Asturias
Es el de Cangas de Onís, que lleva 32 años abierto. Su propietario vende los animales porque ya no tiene dinero para darles de comer por la crisis sanitaria
Asturias - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
El coronavirus también afecta a los animales. La crisis económica derivada de la pandemia ha obligado al propietario del Centro de Exhibición de Fauna Autóctona de La Grandera, el zoo de Cangas de Onís, a echar el cierre. Fue el primer zoológico que abrió sus puertas en Asturias, hace ya 32 años, y no ha podido esquivar al COVID-19.
La situación es crítica en La Grandera. Su propietario, Ernesto Junco, aguantó el tirón de la primera ola del coronavirus. A pesar del estado de alarma y la cuarentena de la primavera, el zoo continuó con su actividad gracias al apoyo social. Después de pedir ayuda para alimentar a los animales, Junto reabrió el zoo en verano, pero no hubo suficientes ingresos porque tampoco pudo organizar los eventos habituales por las restricciones sociales.
El futuro de los animales
Ahora no puede mantenerlos. Y con resignación y pena, termina con más de tres décadas de actividad en el zoo. Pero, ¿qué va a pasar con los animales? Va a vender los que pueda; otros volverán a centros de recuperación y otros, los más especiales, se quedarán en el zoo. Por ejemplo, Lolín, un oso pardo que cumple 25 años este mes de enero; el asturcón Perico, que nació coincidiendo con la apertura de La Grandera; o los lobos Tizón y Yukón. También Coco, el guacamayo, que lleva un tiempo apadrinado. De hecho, el apadrinamiento es una fórmula que no descarta Junco para poder mantener a sus animales más emblemáticos.
Es una posible solución que compensará, en cierta manera, una nueva mala noticia que nos deja este 2020 marcado por el coronavirus.