El crimen de Sheila Barrero prescribe a los veinte años sin culpables: "Es indignante"

Sheila Barrero era, como cualquier joven de su edad, una chica con muchos planes. Era natural de Degaña (Asturias), tenía 22 años y estudiaba Turismo en Gijón. Los fines de semana trabajaba en un pub de Villablino (León) para sacarse un dinero extra con el que afrontar sus gastos. En la madrugada del 25 de enero de 2004 y tras haber pasado la noche poniendo copas, Sheila cogió su coche para regresar a casa. El viaje apenas duraba 25 minutos pero nunca llegó a su destino. A la joven le pegaron un disparo en la cabeza. El cadáver lo encontró su hermano en el interior de su vehículo que estaba parado en el Alto de la Collada, en el puerto de Cerredo. Dos décadas después, el crimen sigue sin estar resuelto, sin culpables y si haber sido juzgado.

El sospechoso

El exnovio de Sheila, Borja, un chico de Villablino con el que había estado saliendo, se convirtió en el principal sospechoso de su muerte desde el primer momento. Los agentes tomaron declaración al joven tras localizar en el coche un casquillo, una colilla y una bufanda donde se encontró la fibra de una chaqueta. Borja fue detenido seis meses después del crimen pero, finalmente, fue puesto en libertad al no haber encontrado pruebas concluyentes contra él. La causa fue archivada.

Había pruebas "concluyentes"

La familia de Sheila siguió peleando para que el caso fuera reabierto y consiguió que las pruebas fueron sometidas a nuevos análisis en laboratorios de criminalística. Ellos no tienen "ninguna duda" de que Borja fue el asesino de Sheila. El juzgado de Cangas del Narcea decretó en el año 2018 la apertura del procedimiento después de que la Guardia Civil impulsase las investigaciones. El trabajo de la UCO permitió analizar las muestras con nuevos avances y los científicos comprobaron que en la mano derecha de Borja había una partícula que coincidía con las halladas en el casquillo de la bala que mató a Sheila y además no se trataba de un arma de caza, como él había asegurado en su declaración, sino de un arma corta. Las pruebas parecían "concluyentes", según llegó a decir en su día la Delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa. Aún así, el caso volvió a quedar achivado.

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Declaraciones en COPE de la hermana de Sheila Barrero

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Caso cerrado

Veinte años después, el crimen de Sheila queda cerrado sin culpables y sin que se haya hecho justicia aunque tendrán que pasar dos años más para que también prescriba para el único sospechoso. La familia de Sheila no se rinde porque "vamos a seguir peleando" pero apenas tienen esperanzas de acabe en la cárcel quien segó la vida de la joven. "Sentimos una indignación muy grande porque no ha habido juicio pese a existir pruebas", explica su hermana Mónica en COPE.

El caso de Sheila se cierra para la justicia pero no para Degaña que, como cada 25 de enero, ha vuelto a recordar a la joven con un minuto de silencio. Su pueblo y su familia seguián reclamando que el asesino pague por ello.