El error que cometes y que puede arruinar tu guacamole
Aunque pueda parecer sencillo, este acompañamiento hecho con aguacate se te puede complicar con pequeños fallos que lo harán menos delicioso
Asturias - Publicado el
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El guacamole es uno de los acompañamientos más conocidos de la cocina mexicana. Este plato basado en aguacate ha cruzado fronteras y es muy común verlo en nuestra mesa en un picoteo o aperitivo. Aparentenmente, es un plato sencillo, puesto que apenas lleva 4 ó 5 ingredientes y no supone mucha elaboración. Pero, ¿es realmente fácil hacerlo? Podemos cometer pequeños errores que arruinen nuestro guacamole. Estos son los más comunes:
- Triturar el aguacate con la batidora. El guacamole no es una pasta uniforme. Es una crema con texturas en la que te tienes que encontrar pequeños tropezones del propio aguacate, el tomate y la cebolla. Si lo trituras, perderá esa textura rústica tan característica suya y que tan bien le va. Lo más recomendable es triturarlo todo con un tenedor en un bol.
- Utilizar un aguacate demasiado "verde". Para poder triturar con un tenedor y conseguir la textura perfecta, el aguacate tiene que estar en su punto perfecto: ni muy "verde" ni muy maduro. Si está muy maduro, se notará en el sabor (el agucamole no estará tan rico) y si está muy verde, se notará en la textura.
- Pasarse con las cantidades. Ten cuidado con el picante, la cebolla o el cilantro, que tiene mucho sabor. Es mejor que los añadas con moderación y siempre puedes rectificar si te has quedado escaso. También tienes que tener cuidado con el limón (y aquí va un truco para que tu guacamole sea perfecto): echa unas gotitas que le darán el punto de acidez que necesita y además, evitará que el aguacate se ponga negro y el guacamole pierda su bonito color verde.
Lo mejor es que prepares el guacamole justo antes de comerlo; pero si no tienes tiempo o has hecho mucha cantidad y te ha sobrado un poco, ¡no te preocupes! El guacamole casero te aguantará un par de días en la nevera.