El futuro de los niños con autismo: “¿Qué pasa cuando cumpla 21 años?”
Natalia Zapico es madre de un adolescente asturiano y se enfrenta al miedo de un futuro incierto, cuando acabe la etapa educativa

Entrevista con Natalia Zapíco, madre de un adolescente con trastorno del espectro autista
Oviedo - Publicado el
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La falta de recursos para personas con autismo en la vida adulta preocupa cada vez más a las familias en Asturias. Una preocupación creciente. La educación inclusiva ha ido avanzando en el Principado durante los últimos años. Cada vez son más los centros públicos que cuentan con aulas abiertas para alumnos con trastorno del espectro autista. Espacios donde estos niños y niñas pueden aprender en un entorno adaptado, dentro del colegio de siempre y con apoyos especializados.
Pero hay una pregunta que cada vez se repite con más frecuencia entre las familias: ¿Qué pasa cuando cumplen 21 años?. Esa es la edad en la que los alumnos escolarizados en centros de educación especial dejan de asistir a clase. Y a partir de ahí, se abre un vacío difícil de asumir.

Niños en clase
MIEDO AL FUTURO
"El mío tiene 17 años y ya estoy con el runrún en la cabeza: ¿y ahora qué hago?" Es el caso de Natalia Zapico, madre de un adolescente con autismo. Su hijo ya ha entrado en la recta final del sistema educativo, y como muchas otras familias, empieza a prepararse para un escenario incierto. "Cuando se acercan los 21, la pregunta es: ¿Qué hago con él?", se plantea. "¿Lo mando a un centro donde no están especializados y pueden no saber tratarlo, con el riesgo de que entre en crisis o tenga conductas destructivas? ¿O lo dejo en casa, rompiendo su rutina, sin estructura, y con lo que eso supone también para toda la familia?". "Eso no es vida ni para él ni para nosotros", dice con firmeza.
LA INCLUSIÓN SE QUEDA A MITAD DE CAMINO
Actualmente, en Asturias solo existe un centro específico para jóvenes con autismo: el Centro de Apoyo a la Integración de ADANSI, la Asociación de Familiares de Personas con Autismo. Es un recurso concertado con la Consejería de Derechos Sociales, pero cuenta con solo 12 plazas para toda la comunidad autónoma. "Para todos los casos que hay, eso no es nada", denuncia.

Niños en la entrada del colegio
Natalia recuerda que su hijo comenzó a ir al colegio a los siete años. "Estaba en un centro con profesionales formados, que sabían cómo trabajar con él. Veías pequeños avances y te sentías bien", explica. "Y entonces piensas: bueno, cuando sea mayor, tendrá otras opciones... Pero el tiempo pasa, hablas con otras familias y te das cuenta de que no hay nada. " El miedo se instala con los años, porque el final de la etapa educativa está marcado en el calendario, pero el después es un terreno vacío.

Niña
Esta y otras reivindicaciones se van a llevar a la calle el próximo sábado. Varias asociaciones se unirán frente al Teatro Campoamor, en Oviedo, para dar visibilidad al autismo y reclamar más recursos, especialmente para la etapa adulta. Será un acto conjunto, con lectura de manifiesto y concentración, que busca poner sobre la mesa las necesidades reales de las personas con trastorno del espectro autista y sus familias