La impactante historia que descubrió Rafa Nadal en Oviedo: "Me salvó y me dio fuerza"

La retirada de Rafa Nadal está desempolvando todo tipo de recuerdos y anécdotas. El tenista estuvo en Oviedo en 2008 para recoger el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes y, además del galardón, se llevó una impactante historia que desconocía por completo. Aquel año, el manacorí compartió escenario con el resto de premiados entre los que se encontraba la política colombiana, Indrig Betancourd, que fue distinguida con el de la Concordia. Los dos estuvieron sentados codo con codo durante toda la ceremonia y, aparte de nervios y emoción, compartieron una historia que les uniría para siempre. 

unidos para siempre

Nadal y Betancourt se conocieron ese año en la capital asturiana, pero tenían una estrecha relación de la que nada sabía el joven tenista, que entonces tenía 18 años. Sin él saberlo, había sido un estímulo fundamental en la lucha por sobrevivir que mantuvo la colombiana durante los seis años que la guerrilla de su país la mantuvo en cautiverio. A través de una radio, ella pudo escuchar la narración de los partidos del manacorí y cómo superaba lesiones y contratiempos hasta conseguir la victoria y convertirse en una leyenda viva del tenis.

“El hecho de oir a Rafael Nadal me hacía sentir que estaba en el mundo de los vivos y pensaba que, si el podía recuperarse y ganar, yo también podía ganar algún día mi partido”. Y lo consiguió, Betancourt fue liberada y consiguió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia el mismo año que Nadal. La amistad que surgió entre ellos en Ovido se convirtió en un mérito más para el tenista a sumar a su inmensa vitrina de trofeos.

PREMIO PRÍNCIPE DE LOS DEPORTES 

Nadal dice adiós al tenis profesional habiendo conseguido un galardón que ningún otro compañero del circuito ATP tiene. Un reconocimiento que recibió en 2008, tanto por “su impecable palmarés”, como por ser “un deportista ejemplarizante, tanto en la victoria como en las escasísimas ocasiones en que conoce la derrota”. Es el Premio Príncipe de Asturias.

Ningún tenista masculino lo ha conseguido, de momento. Sí ha habido tenistas femeninas que lo han recibido (y antes que él): Martina Navratilova, en 1994; Arantxa Sánchez Vicario, en 1998; y Stefi Graff, en 1999.