La instalación de alarmas se dispara en Asturias: estos son los motivos
La asociación AVISPA alerta de que hay compañías de seguridad que "Venden humo y engañan al cliente"
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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Asturias es una región segura. Este es el mensaje que reiteran una y otra vez los responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Aunque la tasa de criminalidad del Principado es la segunda más baja del país (26 infracciones por cada mil habitantes, frente a la media nacional de 41,3), por detrás de Extremadura, el miedo es libre y los ciudadanos toman medidas para ponérselo más difícil a los cacos y a los 'okupas'. Ese temor, unido a las campañas publicitarias de las empresas de seguridad, está disparando la instalación de alarmas en domicilios y negocios. La Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (AVISPA) cifra el incremento en un 70 por ciento durante el año 2022.
Segundas residencias
La mayor demanda de los sistemas de vigilancias es para segundas residencias. Los propietarios quieren tener controladas las viviendas en las que solo pasan una parte de su tiempo para evitar robos o que pueden ser allanadas por extraños. La costa asturiana es el territorio donde se concentra el mayor número de casas en esa situación.
Más trabajo para los vigilantes
El presidente de AVISPA, Jorge Cuesta, ha explicado en COPE que el aumento de la instalación de alarmas no va acompañado de un incremento de vigilantes que se encarguen de controlar los sistemas de vigilancia. Las centralistas donde salta la luz roja están atendidas por el mismo personal y "no es lo mismo que un vigilante atienda cien alarmas que trescientas", denuncia.
Cuesta ha explicado que este incremento está provocando que, en caso de intromisión en un domicilio o una nave, el personal de seguridad privada "no pueda llegar a tiempo" al lugar donde ha saltado la alarma.
Ojo con el fraude
La Asociación AVISPA también ha alertado en COPE de que no todas las empresas que ofrecen sistemas de seguridad y alarmas son todo lo fiables y profesionales que deberían. "Casi el 90 por ciento vende humo y engañan al cliente", denuncia Cuesta. La asociación que preside ha comprobado que "hay sistemas que no funcionan o no son revisadas por profesionales con la formación necesaria".