Esto es lo que debes hacer para reducir la factura de la calefacción en pleno invierno

Reducir el consumo de calefacción y no pasar frío es posible. Para conseguirlo hay que seguir las recomendaciones de los expertos. El director de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), Carlos García, ha ofrecido en COPE las claves para poder calentar la casa de forma eficiente sin que la factura se dispare.

Normas fundamentales

La primera norma pasa por utilizar la calefacción para no tener frío pero no para pasar calor. "Parece evidente, pero cuesta entenderlo", ha explicado García.

El siguiente paso es aislar de forma adecuada la vivienda para que el calor no se escape por las ventanas, las fachadas o la cubierta. Ahí está la clave para abaratar los costes. "Ponemos la calefacción porque perdemos calor, pero la pérdida será menor si está bien aislada", explica García.

Otras recomendaciones

La Fundación Asturiana de la Energía aconseja ventilar la vivienda durante diez minutos, como máximo, y con la calefacción apagada. Con ese tiempo es suficiente.

Los radiadores son pieza clave y es importante que no los cubras. Si lo haces, estarás limitando el calor de la casa.

El mantenimiento adecuado de la caldera es otra de las normas básicas para que funcione de forma correcta cuando su uso se hace imprescindible.

¿Cuándo apago y enciendo la calefacción?

Tener la calefacción puesta cuando no estás en casa es un error de bulto. "No tiene mucho sentido", asegura el director de FAEN que aconseja, independientemente del sistema de calefacción que tenga la vivienda, apagarlo cuando te vas y volver a encenderlo cuando regresas. Lo ideal es activar el encendido unos quince minutos antes de llegar a casa con dispositivos que permiten hacerlo a distancia. Existen aparatos "que cuestan poco y ahorran mucho" y posibilitan manejar el sistema sin estar en la vivienda gracias a termostatos que se activan de forma programada o a través del teléfono móvil.

Sistemas más eficientes

Los expertos recomiendan, si hay suficiente espacio, instalar bombas de calor aerotérmicas o geotérmicas. Aunque la inversión es elevada, existen ayudas públicas que pueden financiar hasta el 50 por ciento de los costes y "se llegan a amortizar". La electricidad para alimentarlas puede ser generada con placas fotovoltaicas. En ese caso, el ahorro es "sustancial", según FAEN.