La subida de la electricidad puede alargar la vida de la última mina de carbón de España

Los sindicatos piden que el pozo San Nicolás de HUNOSA, cuyo cierre está previsto para finales de este año, siga produciendo carbón para ayudar a frenar el precio de la energía

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José Luis Alperi: El Pozo San Nicolás debe seguir abierto

Redacción COPE Asturias

Asturias - Publicado el - Actualizado

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La escalada de los precios de la energía, con récords diarios en el mercado eléctrico mayorista, puede dar una segunda vida al último pozo de carbón que sigue abierto en España, el "San Nicolás" de HUNOSA, conocido popularmente como pozo Nicolasa.

Situado a las afueras de la localidad asturiana de Mieres, su cierre está previsto para diciembre de 2021, pero los sindicatos plantean ahora que se prolongue su actividad para seguir alimentando a la térmica de La Pereda y contribuir a frenar el precio de la luz.

"En esta situación cambia completamente el escenario en el que negociamos el plan", asegura José Luis Alperi, secretario general del SOMA-FITAG-UGT, para el que "así como otros países buscan en sus recursos autóctonos una ayuda para superar esta crisis energética, nosotros debemos buscar en los nuestros, y uno de ellos es el carbón del Pozo San Nicolás".

En el pozo Nicolasa trabajan cerca de 300 personas repartidas en tres turnos y toda su producción se destina a la cercana central térmica de La Pereda, la única diseñada para quemar la hulla que se obtiene en él, de escaso valor energético.

Una prolongación de la actividad en el San Nicolás supondría, también, "continuar más tiempo produciendo energía en la térmica de La Pereda", destaca Alperi que insiste en que hay que "aprovechar un recurso autóctono". "No es muy grande", reconoce, "pero al fin y al cabo es un recurso sobre el que tenemos el control".

A la espera de la decisión sobre su futuro, el pozo San Nicolás acumula una larga historia, que comenzó a finales del siglo XIX, y en la que destaca, trágicamente, el grave accidente ocurrido el 31 de agosto de 1995, cuando 14 mineros fallecieron tras una explosión de grisú.

El siniestro supuso una autentica conmoción que cambió la manera en la que los mineros trabajaban, actualizando los protocolos de seguridad en la mina.

Herrera en COPE

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