La UD Las Palmas lleva siete jornadas consecutivas sin conocer la victoria

El conjunto de García Pimienta se rebeló ante las adversas circunstancias, peleó hasta el minuto 95 pero no fue capaz de conseguir al menos un empate que había merecido por arrojo y desgaste. Solo subieron al marcador los tantos de En Nesyri y Lukébakio, este último ya en el tiempo de descuento.

El encuentro comenzó con un importante contratiempo en los planes de la UD Las Palmas. Saúl Coco se marchaba a los vestuarios al ser sancionado con tarjeta roja directa en su primera acción defensiva. El zaguero codeó en la carrera con el atacante Isaac Romero, que cayó a la hierba. El colegiado optó por la tarjeta amarilla, antes de que la Sala VAR instara la roja directa que finalmente sentenció la expulsión del futbolista conejero.

Los jugadores y el público grancanario no quedaron convencidos por esta decisión, que condicionó el encuentro casi en su totalidad. Aún así, los futbolistas locales siguieron con el plan previsto en el intento de conquistar el balón y llevarlo al campo adversario.

El entrenador amarillo reconstruyó el bloque colocando a Álex Suárez en el centro de la defensa, mientras Marvin Park retrasaba unos metros su posición hacia el lateral derecho.

El atacante Romero fue protagonista de las acciones más incisivas del Sevilla en la primera parte. Se zafó dos veces más de los zagueros grancanarios y se presentó ante Aaron Escandell, disparando en ambas oportunidades desviado.

Sin embargo, antes del descanso llegó el mazazo del gol hispalense. Fue obra de En Nesyri, al rematar de cabeza un centro lateral desde la izquierda. Escandell no alcanzó el cuero en su estirada.

Pese al marcador adverso y la merma numérica, Las Palmas siguió con la misma intención en el segundo periodo. Sandro pudo recuperar las tablas en el marcador en dos ocasiones. En el 57 lanzó junto al poste, desde un balcón del área. Y en el 64 puso en aprietos a Nyland, con problemas para desviar a córner un lejano libre directo.

La irreverencia de los amarillos la agradecían sus aficionados. Porque todo estaba sucediendo a distancia de la portería de Naciente, donde estaba situado Escandell.

Las Palmas no levantó el pie del acelerador y siguió cubriendo con riesgo cada una de sus jugadas ofensivas. Y fue así en el descuento cuando, tras un contragolpe, Lukébakio cazó un rechazo de Escandell para cerrar la jornada con el 0-2.