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Los amarillos fueron de menos a más y pudieron incluso conseguir algún tanto más en la recta final del partido disputado ante más de 2.000 personas, con abundante presencia de amarillos en los graderíos.
“Todo el mundo está preparado; los jugadores merecen jugar” había anunciado García Pimienta antes del doble desplazamiento de esta semana. De esta forma, su once titular en Lugo ofreció una amplia variación con respecto al más reciente frente a la UD Ibiza. Incluso, con el debut del zaguero Enrique Clemente en su primera intervención oficial con el escudo de la UD Las Palmas.
El juego de Las Palmas no fue reconocible en la primera mitad, donde tuvo serias dificultades para avanzar hasta las posiciones cercanas al portero lucense Whalley, bien protegido por las líneas de su equipo.
Apenas se registraron ocasiones en el primer periodo, pero sí dos sustos en ambas porterías. El primer turno fue para el Lugo. En una jugada con fútbol directo, el colegiado anuló un gol al atacante Sené. En la acción previa a su remate, el murciano Sánchez López había observado una falta de Ramos al golpear en su salto a Enrique Clemente. No hubo consulta de VAR.
Pero la ocasión más clara de Las Palmas llegó en el descuento del primer periodo, tras conectar por la derecha Moleiro con Álvaro Lemos. El lateral gallego golpeó con potencia el balón, pero el poste (séptimo de la temporada) volvió a rechazar la esperanza del 0-1 antes del descanso.
El entrenador García Pimienta alteró dos piezas en la reanudación del juego. Moleiro y Andone dejaron sitio a Jonathan Viera y Sandro Ramírez en el intento de cambiar la decoración de la noche lucense.
El partido fue rotando poco a poco en dirección a la portería del Lugo tras un reinicio titubeante. Y por fin, a los 59 minutos de juego, llegó el gol que buscaban los amarillos. La jugada la comenzaron por la derecha Loiodice y Viera, que progresó hacia el área donde su pase lo interceptó Benito. El aldeano no perdonó y envió con autoridad el balón a las redes del Lugo.
Con este gol, tras conocerse resultados de otros rivales directos, Las Palmas recuperaba el liderato de la Segunda División. Y tenía que trabajar durante media hora para mantener la ventaja y consolidar en la jornada tan jugosa posición clasificatoria.
Las incógnitas de la primera mitad se fueron diluyendo también en el campo, obligándose los amarillos a trabajar duro también para proteger lo que ya se había logrado. Y si alguien pudo anotar un nuevo gol, esos fueron Sandro y Viera. Ambos disfrutaron de dos ocasiones en los instantes finales, pero el portero Whalley las evitó con felinos reflejos.