Madrid - Publicado el
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La presencia de Kirian Rodríguez en la foto inicial de la UD Las Palmas fue la novedad más relevante entre las decisiones que adoptó García Pimienta en la preparación del encuentro de Ipurúa. El tinerfeño se acopló a Loiodice en la dupla de pivotes, en un partido donde el Éibar propuso desde el inicio una presión en campo visitante.
Las Palmas tardó algunos minutos en encontrar su sitio en un encuentro que resultaba incómodo por la exigencia física que proponía su rival, que afrontaba la cita este lunes en su condición de líder de la competición.
La primera ocasión del partido fue para el Éibar, a los 22 minutos. Corpas cruzó una vez más el balón hacia el área y su compañero Jon Bautista se anticipó desviándolo frente a Valles. El remate se perdió junto a un poste por centímetros.
Fue la única oportunidad destacable de toda la primera mitad. El Éibar lo intentaba más ante una UD Las Palmas que iba a recibir una mala noticia a la media hora. Su capitán, Jonathan Viera, fue atendido en la banda por molestias en su muslo izquierdo. Y a los 37 minutos de juego pidió el relevo al comprobar que la lesión iba en aumento.
Kirian Rodríguez recibió el brazalete de capitán, Moleiro cambió su rol en el partido y Oscar Clemente se incorporó al juego para suplir la baja de su compañero relevado.
El panorama cambió en el inicio de la segunda parte cuando, después de una acción personal, Sandro fue objeto de falta por Venancio al borde del área. El propio Sandro tomó la mejor decisión de la noche, con un lanzamiento potente que eludió la barrera y el portero no pudo rechazar pese a tocar el cuero antes de entrar.
Con el 0-1, Las Palmas se asomaba por fin al liderato de la clasificación. Y Valles colaboró en ello porque en el minuto 54 el portero de La Rinconada logró desviar un remate a quemarropa de Javi Muñoz, que buscaba el empate. Valles sacó la mano a tiempo y desvió el balón a córner.
El tramo final del partido se fue convirtiendo en el fútbol más directo del Éibar ante una UD dispuesta a sacrificarse para proteger el valioso gol de Sandro Ramírez. Había que defender con todo el 0-1 y se logró.
Álvaro Valles rechazó el momento más delicado, en el minuto 91, tras un libre directo peligroso de Arbilla. E instantes después, Nolaskoain cabeceó fuera el córner posterior. Pero la noche en Éibar era totalmente amarilla y los tres puntos viajan a Gran Canaria.
Y la emoción sigue el próximo fin de semana con la recepción al Villarreal B.