Pascual Saurín renueva por una temporada como entrenador del Club Voleibol Olímpico

Pascual Saurín aterrizaba en Gran Canaria el pasado verano con las maletas cargadas de experiencia y el reto por delante de cambiar la mentalidad de un club que se ponía en sus manos para dar ese paso que le convirtiera en un equipo aspirante a todos los títulos en juego, con un proyecto arriesgado, avalado por el empuje de su manager general, Juan Manuel Campos, que entregaba las llaves del club al prestigioso técnico murciano.

La clara apuesta por las jóvenes sería una de las principales condiciones impuestas por el seleccionador nacional para asumir el reto mayúsculo de convertir a las grancanarias en ganadoras, conformando un bloque cargado de talento y mucha juventud, con las pinceladas de experiencia que daban jugadoras de la talla de Helia González, Alba Sánchez o la capitana, Saray Manzano, para conformar un equipo ganador y dispuesto a hacer historia.

En una temporada en la que el equipo fue de menos a más, Saurín conseguía romper todos los moldes preestablecidos en la entidad grancanaria, logrando por primera vez en la historia jugar las finales de Copa de la Reina y de la Liga Iberdrola, ambas ante el mismo rival, Feel Volley Alcobendas.

En la Copa de la Reina la fortuna no acompañó en la hora decisiva a un equipo que cambiaba para siempre su mentalidad tras brillar con luz propia para sellar su primer subcampeonato. En la Liga todo se decidirá este fin de semana en Alcobendas, en una final inédita en la que pase lo que pase, las Olimpilocas volverán a ser el orgullo de todo el voleibol femenino canario.

La apuesta decidida de Pascual Saurín se reflejaba también en la Copa Princesa, donde el filial lograba convertirse por primera vez en su historia en campeón, capitaneadas por Juan Antonio Armas, con varias juveniles a las que Saurín les había dado la titularidad en el primer equipo. Lucía Varela, Lucrecia Castellano o Ariadna Priante son quizás el fiel reflejo de la apuesta del murciano por la juventud, lo que en un club eminentemente de cantera como es el CV CCO 7 Palmas, le convierten en el capitán ideal de un equipo que le entrega sin dudarlo por segundo año consecutivo el mando en plaza de su nave.