Madrid - Publicado el - Actualizado
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El choque comenzó con una gran intensidad del Rocasa Gran Canaria. Katarina Pavlovic adelantaba a las suyas en el electrónico en los primeros compases (0-1), y Alba Spugnini también se sumaba a la fiesta desde el inicio. Sin embargo, las gallegas también empezaron con mucha intensidad, demostrando poderío en defensa y acertando en la ofensiva. El choque estaba siendo de lo más emocionante desde el primer minuto. Arinegua Pérez, con una vaselina sensacional, ponía el 2-4 en el marcador.
Alba Spugnini y Sayna estaban siendo un quebradero de cabeza para la defensa del Mecalia Atlético Guardés. El combinado de Rober Cuesta lograba encontrar espacios en la defensa rival para seguir batiendo la portería contraria. El choque estaba marcado por la intensidad y las ganas de llevarse la victoria. Las insulares realizaban rotaciones en pista para aportar aire fresco al juego, mientras que el equipo gallego luchaba para empatar la contienda. Con un marcador de 5-7, llegaba el primer tiempo muerto.
El pabellón vibraba, la tensión podía palparse en el ambiente. Dos grandes escuadras luchando por un importante triunfo. Pavlovic anotaba (6-8) de nuevo tras una falta cometida a Spugnini. El Rocasa Gran Canaria volvía a intentar poner tierra de por medio, pero la guardameta del equipo local conseguía varias paradas de nivel que dejaban sin premio a las grancanarias. Patricia Da Silva anotaba 2 goles consecutivos para darle la vuelta al marcador (11-10). El Rocasa trataba de reaccionar, pero el equipo local estaba atravesando una racha muy positiva.
Las de Rober Cuesta no se rendían, aún había mucho partido que disputar. Con un nuevo tanto, las gallegas se ponían con una ventaja de 4 goles (14-10), pero el combinado insular seguía tirando de garra y coraje. Tras una gran jugada, María González marcaba otro para el Rocasa. Antes del descanso, las canarias lograron reducir la renta en el luminoso (15-14). Había partido, y las pupilas del Remudas lo sabía. Una parada sublime de Silvia Navarro desembocó en un nuevo gol del equipo amarillo. Ambas escuadras se marcharon a vestuarios con un resultado de 15-15.
La segunda mitad se presentaba muy interesante. Las locales comenzaron dominando en el marcador con dos goles consecutivos (17-15). El combinado grancanario intentaba generar peligro a la contra, pero la defensa del Atlético Guardés lo impedía. Silvia Navarro paraba otro balón de manera magistral, pero el Rocasa Gran Canaria no daba con la tecla para seguir el ritmo a las gallegas. No obstante, pocos minutos después, Alba Spugnini y Arinegua Pérez marcaban para volver a recortar distancias. Los detalles estaban siendo la clave del choque.
Una buena defensa del equipo canario volvía a poner en aprietos al Atlético Guardés, que seguía mandando en el marcador (20-19). La diferencia era mínima, pero ambos escuadrones luchaban cada pelota como si fuese la última. Sayna era la encargada de poner las tablas en el electrónico (21-21), y en la jugada posterior, la propia Sayna iba a colocar el 21-22. El Rocasa Gran Canaria estaba de nuevo en el partido. Las locales peleaban, pero Rober Cuesta y las suyas encajaban los golpes a la perfección. Pavlovic iba a recorrer la cancha entera para marcar el 24-25 en un contraataque magistral.
A falta de 12 minutos para el final, las gallegas tomaban ventaja de nuevo gracias a Patricia Da Silva. El combinado local, junto a su afición, iba a pelear hasta el último segundo, y el Rocasa Gran Canaria iba a tener que pelear la contienda. Llegaba un nuevo tiempo muerto en pista con el marcador en 28-27. Restaban menos de 10 minutos para la conclusión, y podía ocurrir cualquier cosa sobre el parqué.
Gallegas contra canarias, menos de 5 minutos para el final, todo empatado. El combinado local marcaba el 31-30, y el partido estaba más apasionante que nunca. Las defensas iban a ser fundamentales en el último tramo de encuentro. 32-32, y menos de 1 minuto. El Rocasa Gran Canaria iba a luchar los últimos segundo para lograr la victoria.
Las gallegas la tuvieron en la última jugada, pero una parada sensacional de Ana Palomino salvó el empate (32-32) del Rocasa Gran Canaria.