112 Emergencias Canarias, la llamada que salva vidas: "Por muy nerviosos que estén"

El pasado viernes Salvamento Marítimo rescató cerca del Hierro a un cayuco con 150 personas a bordo. La asistencia y la localización de estas personas se produjo gracias a que llamaron al 112 Emergencias Canarias solicitando su rescate. Esta mañana hemos hablado con uno de los operadores que se encargan de dar respuesta a estas personas. Se llama Juan Gracia. En este caso nos contaba que la llamada entró vía satélite. Cuando respondieron, la persona al otro lado pidió en el escaso ingles que sabía, hablar en árabe y que les rescataran.

Los profesionales de este servicio hablan inglés, alemán, francés o italiano, pero cuando les solicitan hablar árabe, hacen uso de una multiplataforma con 30 idiomas que les facilita esa comunicación. Lo principal es obtener rápido los datos sobre su ubicación, para lo cual siguen unos pasos.

El primero de ellos es identificar ese teléfono y confirmarlo, para después preguntarles dónde están, a qué distancia de la costa, cómo se encuentran, si saben cuál es la isla a la que se acercan o información sobre los ocupantes, sobre todo su estado de salud y edad. También les preguntan por el tipo de embarcación en la que viajan y si tienen motor. En este caso, estas personas venían desde Agadir, a bordo se encontraban personas mayores y niños y no sabían dónde estaban.

El teléfono móvil, clave para rescatarles

Juan Gracia reconocía que este primer contacto es complicado, pero tal y como nos contaba, “intentamos sacar la información necesaria, por muy nerviosos que estén ellos o nosotros”. Para geolocalizarles, el servicio tiene programas para determinar dónde pueden estar, pero la información más precisa se la dan las personas que usan el teléfono móvil, porque en esa terminal sí constan las coordenadas exactas, algo muy importante para encaminar a la embarcación que les rescata en alta mar.

Acto seguido, el coordinador multisectorial se pone en contacto con Salvamento Marítimo al mismo tiempo que se activan los recursos en tierra en la isla más cercana, para dar a estas personas una primera asistencia médica a pie de puerto. Gracia destacaba que "es la peor llamada que estas personas pueden hacer en su vida", porque son conscientes de que se juegan la vida. Por eso saben cómo preguntar las cosas, gracias a unas instrucciones previamente diseñadas.

Juan Gracia reconocía la dificultad de algunas llamadas de las que pueden estar pendiente todo el día, debido a que se corta la comunicación. Destacaba la coordinación del trabajo que hacen todos los profesionales implicados en el proceso, de tal manera que, desde que ellos tienen la información, el proceso para rescatarles va muy rápido. “Te sientes bien en estos casos, porque estás viendo que el servicio funciona”, concluía en Herrera en COPE Canarias.