Análisis de la despoblación en Gran Canaria: "Muchos comercios continúan abiertos por el apego que tenemos al municipio"

Gran Canaria siempre ha supuesto un paraíso y foco de atención para los turistas, no obstante, la isla se enfrena a una problemática que a medida que pasan los años se agrava; la despoblación rural. Los pequeños municipios del interior de la isla, lejos del típico bullicio costero, ven como su población disminuye paulatinamente, genera un impacto significativo en la comunidad. 

En Herrera en COPE Gran Canaria, con Javier Benítez, hemos hablado con el catedrático de análisis demográfico de la Universidad Carlos III, especialista en despoblación de la isla ha reconocido que "la pérdida de población de zonas rurales está estrechamente ligada el impulso del turismo, "no solo en las zonas costeras, sino también en el interior de la isla  "que genera un aumento del sector servicios pero disminución considerable de la actividad rural". El especialista reconoce que "el turismo ha incentivado el desarrollo en zonas que antes eran rurales, desplazando oficios tradicionales y cambiando la dinámica de la economía local". Esta transformación ha hecho que muchos habitantes, especialmente los más jóvenes, migren hacia otras áreas de la isla o incluso del archipiélago a buscar oportunidades más estables.

"Cuando una familia abandona el municipio se nota muchísimo"

Uno de los municipios más afectados por la despoblación en Gran Canaria es Tejeda. Su alcalde, Francisco Perera, reconoce que "cuando una familia abandona el municipio se nota muchísimo," porque se nota como poco a poco se apaga. Para paliar esta situación es necesario actuar de forma multifactorial, uno de ellos es mejorar las conexiones, en este sentido, Perera pide "la mejora de la GC-15, no queremos autopista, pero sí que la ensanchen para acortar las distancias y que sea más cómodo llegar a Tejeda," la mejora de las infraestructuras es clave para revitalizar los pueblos y atraer a más personas

En el ámbito educativo, la directora del CEO de Tejeda, María Dolores Franco, reconoce que la situación es grave, pero advierte que a pesar de notar una bajada de alumnos, "ahora mismo con 60, tenemos un número aceptable," también hace hincapié en la importancia de que no desaparezcan los centros educativos, a su juicio, "los colegios fijan población, y donde hay colegios, los mayores no se van".

A pesar de la bajada de la natalidad, hay un nuevo aire en la comunidad educativa y social, "se ha visto un trasvase de la nacionalidad en el municipio, ahora mismo el 25 % de la población es de otro país, sobre todo latinoamericano", esto permite que no solo el colegio continúe operando, también un embate contra la pérdida de población.

Resistimos por el apego que tenemos al territorio

Pero la despoblación, no solo afecta a familias y escuelas. Los negocios locales dependen del flujo constante de residentes y turistas y ahora están pasando momentos complicados. Miqueas Sánchez, presidente de la Asociación de empresarios EDARTE, reconoce que algunos de ellos "están al borde del colapso". Pone el foco en el incremento de ventas del fin de semana "que es lo que hace que los números salgan", sin embargo, apunta que el valor principal de la actividad comercial "es el apego por el terreno" que es lo que permite mantener negocios abiertos.