Gran Canaria promociona su modelo de Ecoisla en la feria ITB de Berlín

Gran Canaria va a promocionar en la feria de turismo ITB de Berlín su modelo de Ecoisla que cuida el medio ambiente y que es un destino turístico sostenible. Su presidente, Antonio Morales, explicaba en los micrófonos de Herrera en Canarias algunas de las claves por las que pasa este modelo cuidadoso con su entorno.

La isla busca así un elemento diferenciador de sostenibilidad basado, por una parte, en las energías limpias, la apuesta por los productos de proximidad y garantizar la seguridad hídrica, ante los graves problemas que se viven en el continente y el hecho ya consumado de que la desertización avanza.

Antonio Morales descarta que sea necesario declarar en la isla la emergencia hídrica, porque más del 90 % del agua de abasto procede de las desaladoras, que se están renovando para reducir el impacto de la salmuera en el mar, gracias a los dispersadores, pero también se implementan energías limpias que reducen su consumo energético.

"Es un crimen perder agua"

El presidente del cabildo criticaba el que haya municipios que pierdan el 60 % del agua en su red de abastecimiento. “Eso es un crimen”, decía Morales, que añadía que hoy en día hay sistemas que detectan rápidamente esas fugas.

Morales cree que el clima está cambiando: “Los alisios se empiezan a desviar, van a venir más episodios de calima, avanza la desertificación, mezcladas con precipitaciones intensas que se llevarán tierra fértil. El mar se está calentando y el nivel del agua subirá, hay que alejarse de las costas. Esto debe ser la prioridad para las administraciones”, opinaba.

En esta línea, cree que el sector turístico no debe basarse en vincular su éxito al número de llegadas de turistas, sino en propuestas como esta de la sostenibilidad que cada vez demandan con más fuerza mercados como el alemán.

Un mercado que continúa tratando bien a Gran Canaria porque son los que más gasto generaron en 2023 con 1.509 millones de euros, siendo además el de mayor estancia media, con once días y medio y, por tanto, con una reducción de la huella de carbono generada por cada visitante.