Los vecinos del Lasso piden equidad a las instituciones

Los vecinos de El Lasso están preocupados por los efectos perniciosos que podría generar en la convivencia la macroconstrucción de un centro de acogida a inmigrantes que se está construyendo en el barrio capitalino.

Por Herrera en COPE Gran Canaria pasó la portavoz de la asociación El Lasso se Mueve, Kelly García, y aclaró que lejos de una actitud racista, lo que pretenden es poder “convivir en paz y tranquilidad, tal y como siempre ha sido el barrio,” no obstante hay precedentes muy preocupantes que llevan a que los vecinos se muestren alertados por una posible alteración de la cohabitación, García se refiere a los problemas de inseguridad ciudadana sufrió el vecindario cuando fueron alojados en el colegio gran parte de los inmigrantes del muelle de Arguineguín.

El barrio necesita dotaciones

Más allá de la acogida y la convivencia de los inmigrantes en el barrio, la asociación también muestra su indignación al ver como se está construyendo un equipamiento migratorio cuya edificación se cifra en 18 millones de euros y el barrio está abandonado. García se muestra contrariada por la gran inversión en la zona cuando adolece de dotación básica como “un campo de fútbol, marquesinas y mayor frecuencia de las guaguas o un lugar donde sentarse los mayores, zonas de ocio o canchas deportivas, tenemos una farmacia que está en un piso, no tenemos supermercado, el local social lo dejaron a media” considera que es un despropósito que con la falta de dotación que sufre el barrio, se priorice un centro de inmigrantes mientras “aquí no tenemos una calidad de vida digna”

García cree que este agravio comparativo por parte de las administraciones es lo que genera “rechazo y racismo, son ellos, las administraciones los que generan estas actitudes y no nosotros,” que se potencia cuando “nos robaron el colegio del Lasso que era un emblema para la asociación porque ahí se daban desayuno para los niños, se interactuaba, hacíamos las fiestas y ahora hemos que nos lo robaron,” pide una compensación por parte de las autoridades y no cree que la mejor manera para resarcir la destrucción del colegio, sea ubicar un centro de inmigrantes, “queremos una equidad” de actuación en el barrio.

Otra de las preocupaciones de la asociación es quien va a encargarse de gestionar el centro de acogida, “no sabemos si será privado, si será gestionado por una ONG o por el Cabildo y si generará puestos de trabajo, nos gustaría que fuera con vecinos del barrio que están en paro.” Ha dicho.