¿Qué es la canariedad para los trabajadores de la industria?

Definir la canariedad como “el amor por mi tierra, por nuestras tradiciones, nuestra cultura y lo que nos hace únicos”, tal y como hace Gustavo Batista, se acerca mucho a la acepción que la Asociación Industrial de Canarias (ASINCA) trata de trasladar a la sociedad canaria con su última campaña de Elaborado en Canarias.

Tan claro como Batista, empleado de la fábrica de Ron Arehucas, lo tiene Sonia Lorenzo, trabajadora del Grupo Kalise para quien la canariedad es el “símbolo que tenemos los canarios, cómo nos ven desde fuera, cómo nos sentimos, nuestras raíces, nuestras costumbres...”

Ambas definiciones son perfectamente válidas, pero… ¿qué es realmente la canariedad? Quizás la definición que más llega al corazón es la de Pedro Alejo Marrero, miembro del equipo de Diasan una empresa de fabricación, instalación y mantenimiento de puertas automáticas con medio siglo de experiencia: “La canariedad es dejar una parte de tu corazón en todo lo que haces”, asegura este operario que lleva más de 25 años en la empresa y sigue disfrutando con lo que hace.

Lo cierto es que el término como tal, a pesar de ser un sentimiento perfectamente reconocible por cualquier canario, no está reconocido por la Real Academia Española. Por eso Asinca ha puesto en marcha una iniciativa que apela a este sentimiento, abanderando un movimiento popular para lograr que la RAE incluya el término en su diccionario. El resultado: más de 3.500 personas han apoyado con su firma que Canariedad se reconozca por la RAE.

Con esta iniciativa, ASINCA busca incentivar el orgullo de consumir productos Elaborados en Canarias y promover su consumo.

Son productos fabricados bajo la marca que representa al sector industrial canario “Elaborado en Canarias”, con los que todos los canarios nos sentimos identificados. Productos como el Ron Arehucas, que “más que una bebida, es un símbolo para todos los canarios”, explica Gustavo Medina con honor, o como los helados, yogures y postres que elabora Kalise “con tanto cariño”, afirma Sonia, quien espera que los consumidores “disfruten, compren y repitan”, y que reconozcan orgullosos que se trata de productos hechos en Canarias.

Lo elaborado en Canarias, vuelve

Que los productos elaborados en Canarias y consumidos posteriormente en las propias Islas enorgullecen a los canarios que los adquieren parece evidente. Pero sobre todo producen satisfacción a quienes están involucrados en su elaboración.

Los protagonistas de este reportaje son muy conscientes del retorno que reciben:

A Pedro Marrero le resulta muy gratificante poder ver a diario las puertas que fabrica con sus propias manos y “saber que alguien disfruta con ellas”, haciendo incluso “la vida más fácil”. Después de gran parte de su vida trabajando en la empresa, dice sentirse agradecido por pertenecer a una empresa canaria y sostiene que parte de su ser “es fruto de las vivencias acumuladas en todos estos años. “Cada puerta lleva un poco de mí, de mis vivencias y experiencia”, confiesa.

Para Gustavo, elaborar un producto tan querido como el Ron Arehucas es “el mejor regalo” que se puede imaginar, “que el resultado de mi trabajo sea apreciado por el consumidor canario, por la gente de mi entorno”.

Por eso, elaborar productos en Canarias produce un bonito sentimiento cuando se consumen en el propio Archipiélago, pero además, cuando un consumidor decide adquirir un producto con el distintivo ‘Elaborado en Canarias’ debe ser consciente de que está invirtiendo en todos los canarios y en la propia tierra.

Las mejoras introducidas en los últimos años en los procesos productivos de las industrias canarias y la utilización de recursos energéticos limpios, como el sol y el viento, han mejorado en general su eficiencia y en consecuencia, la calidad de los productos en sí.

Y no podemos olvidar que comprando productos elaborados en Canarias también disminuye la necesidad de transporte, y por tanto la huella de carbono, tal y como explica Óscar Beltrán, empleado de una empresa fotovoltaica.

Por todas estas y muchas otras razones, “es muy bueno que consumamos lo nuestro”, asevera Sonia. “Esto es una cadena, así que si encima que somos unas islas pequeñitas, traemos de fuera y no consumimos lo nuestro, entonces ¿dónde irían las pequeñas industrias que tenemos en Canarias?”.

Dicho de otra manera, la compra de productos elaborados en Canarias ayuda a sostener el empleo industrial y contribuye a crear empleo indirecto en el resto de los sectores económicos. Consumir productos elaborados en Canarias es ayudar entre todos a que la industria de las Islas sea más competitiva y genere más actividad económica en el propio Archipiélago y es crear un futuro con más oportunidades y sostenible para todos los canarios.

Elaborado en Canarias, en definitiva, es una inversión de futuro, con la que ASINCA está plenamente comprometida.