Un testigo de la tragedia aérea del Diablillo, 45 años después: "Me marcará para toda la vida"
Un avión lleno de turistas británico se estrelló contra esta ladera situada entre La Victoria y Candelaria.

Gran Canaria - Publicado el
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El 25 de abril de 1980, el vuelo 1008 de Dan Air procedente de Manchester con destino a Tenerife cayó a unos 20 kilómetros del aeropuerto de Los Rodeos. En el interior 146 ocupantes los cuales todos perdieron la vida. Una tragedia aérea de la que no se habla mucho.
Domingo Salcedo, un pinochero de profesión, no olvidará nunca ese día. Él fue uno de los primeros en llegar al lugar del accidente, antes de que lo hicieran los efectivos de emergencias. Ese día Salcedo venía de trabajar; lo hacía con un compañeros y al pasar cerca de la zona donde estaba el avión estrellado le comentó el fuerte olor a gasolina que hacía.
El primero en llegar al lugar del accidente
“Veníamos dos caminos cargados de pinocho, y antes de pasar por el diablito en una curva que hay por allí, que nosotros los esperanceros la llamamos Olla Larga, nos dio un olor fuerte a gasolina, pero ni imaginarnos que fuera de un avión” ha contado Domingo Salcedo a los micrófonos de Herrera en Cope Canarias.
Nos dio un olor fuerte a gasolina, pero ni imaginarnos que fuera de un avión”
Fue entonces cuando Domingo y sus compañeros, llegaron a un bar a tomar un café cuando se enteraron de que estaban buscando un avión que había desaparecido al intentar llegar al aeropuerto. Nadie sabía donde estaba.
“No se sabía dónde estaba, incluso hubo llamadas a la radio diciendo que habían visto tirando maletas por la zona de Tacoronte, pero eran bulos, ahí no habían tirado nada. El avión por lo que yo tengo entendido interpreto mal las órdenes de la torre de control y en vez de girar hacia Anaga giro hacia las montañas" cuenta Salcedo.
Fue entonces cuando Domingo y sus compañeros pensaron que el fuerte olor a gasolina que había sentido en la curva podría pertenecer al avión. Sin pensarlo, se montaron en un coche de uno de los que estaban en el bar y fueron hasta la zona. Al llegar allí no podría creer lo que estaba viendo.
“Encontré el cadáver de un señor mayor, el cuerpo lo tenía totalmente entero. Avise a mis compañeros vinieron y nos quedamos mirando la zona, sobre los árboles había ropa, un brazo, una pierna”, lamenta Salcedo.
Encontré el cadáver de un señor mayor, el cuerpo lo tenía totalmente entero. Avisé a mis compañeros vinieron y nos quedamos mirando la zona, sobre los árboles había ropa, un brazo, una pierna”
Han pasado cuarenta y cinco años de esta tragedia, y Domingo lo recuerda como si fuera hoy, un accidente que marcó la vida de este pinochero: “Cada vez que paso por aquí me acuerdo, pero lo que más me impacto del accidente fue ver a un niño de trece años o catorce años, eso a mí no se me olvida nunca” añade Salcedo.
El accidente del DA 1008 fue el tercero más grave que registró el aeropuerto del norte de Tenerife.