Unos vándalos queman la fachada de un colegio en La Isleta tras la noche del Carnaval

Lamentablemente, como ocurre todos los años, el Carnaval unido con la euforia y la diversión se vieron empañados por un preocupante aumento del incivismo donde el excesivo consumo de alcohol toma protagonismo. Calles convertidas en un pandemonio, desbordadas por una marea de celebrantes descontrolados, dejaron al descubierto la oscura cara del festejo.

Es lo que ha ocurrido en el recién estrenado Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. El domingo, el colegio de Infantil y Primaria Tauro de la Isleta ha amanecido con signos de vandalismo en su fachada, por Herrera en COPE Gran Canaria pasaba su directora, Yurena González, quien se lamentaba de que “unos vándalos han quemado la decoración de la puerta principal que todos los años se cuelga con la ilusión de celebrar el Carnaval”.

Asegura que las puertas están “todas levantadas” e incluso hay una puerta quemada que “por fortuna no se propagó porque podríamos estar hablando de una tragedia en el interior del colegio”. Narraba que algunos vecinos la llamaron el domingo por la mañana comentándole que algunos vándalos habían quemado toda la decoración que habían hecho para celebrar el Carnaval “tenemos toda decorada la fachada con cartería infantil que hacen los más pequeños” que amaneció quemada, al igual que un buzón que amaneció con papeles quemados en su interior”.

Para los menores el carnaval es fiesta y disfrazarse, pero nunca actos vandálicos

La directora asegura que los padres están muy preocupados por lo ocurrido “y por si vuelve a repetirse con consecuencias más graves,” además reconoce impotencia y desilusión porque todos los años, entre los menores, realizan una actividad que consiste en decorar el colegio y la fachada con pinturas que realizan los pequeños para celebrar el Carnaval “y este año por primera vez en mucho tiempo no lo vamos a hacer”.

Considera que es muy difícil trasladar a los pequeños lo que ha ocurrido “porque no lo entienden, para ellos el carnaval es disfrazarse y pasarlo bien, pero nunca unido a imágenes incívicas como la que hemos sufrido”. Ya ha sido informado el seguro del colegio para dilucidar quién se encarga de su reparación y advierte que si finalmente el seguro no se hace cargo de ella, tendrán que hacerlo con recursos propios.

La directora apostilla asegurando que jamás había ocurrido algo igual y sentencia afirmando que lo visto no es Carnaval ni nada que se le parezca. “El carnaval es tradición, es fiesta, pero nunca es incivismo”, asegura.