SOCIEDAD
Vecinos de Telde y Valsequillo: “La política de la fibra óptica aquí es obsoleta”.
Pablo Agriela recuerda que lo normal es disponer de 100 megas y hay zonas en las que solo cuentan con dos
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Pablo Agriela es un vecino de Telde que denuncia la pobreza digital en la que se encuentran algunas zonas del segundo municipio más extenso de la isla de Gran Canaria.
Cuando lo normal es tener cien megas para poder realizar gestiones indispensables en el día a día, hay zonas en las que los vecinos tan sólo disponen de uno o dos megas: “Desde la pandemia, nos han obligado a vivir en el mundo digital y la problemática que tenemos es que hay mucha gente que no tiene los medios adecuados para cumplir con las obligaciones. Desde las universidades dicen que cien megas es lo que demanda el estado y hay gente que vive sólo con uno”, explicó en COPE Gran Canaria.
Para Agriela, la brecha digital se está haciendo cada vez más grande: “La política de despliegue de fibra óptica aquí es obsoleta. No se trata de la manera más adecuada y se está creando un problema social al no poder cumplir con las obligaciones. Y hablamos de miles de personas, trabajadores, empresarios y estudiantes que deberían estar en mejores condiciones”, declaró, antes de contar que “los vecinos tuvimos que crear plataformas para pedir que nos tengan en cuenta. No hay una vía a dónde dirigirte y, por lo menos, hemos conseguido que unos doce barrios de Telde se hayan conectado”.
El vecino teldense cuantifica en unas ochenta mil las personas que están alejadas de una normalidad digital y señala al Ministerio de Economía como el responsable de encontrar una solución al conflicto: “No depende del Gobierno de Canarias, sino del Ministerio de Economía. No se ha articulado de manera decente la forma en que esto llegue a buen puerto. Hay que hacerle entender al mundo político que se tiene que llevar este problema de otra manera y con más responsabilidad. Por desgracia es un tema al que no se le presta atención”, subrayó.
Por último, Pablo Agriela recordó, molesto, que “es más fácil obligar, en plan dictatorial, pero luego no se ponen las herramientas para que el individuo pueda desarrollar sus obligaciones en igualdad de condiciones que los demás. Hay miles de personas en esta situación y hay que manejarlo de manera más eficiente”.