SANIDAD

Calima: qué es y qué efectos tiene para nuestra salud

La Consejería de Sanidad recomienda tomar precauciones a las personas más sensibles al polvo sahariano

calima

Redacción COPE Canarias

Canarias - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Canarias vuelve a sufrir otro episodio de calima, algo que en los últimos años parece darse con más frecuencia. En este ecuador del mes de enero, la masa de polvo sahariano entrará llegará ligeramente a Lanzarote y Fuerteventura este viernes.

El sábado, se intensificará en ambas islas orientales al final del día, entrando también en Gran Canaria. Seguirá avanzando hacia el este, ya que el domingo la provincia de Las Palmas la sufrirá de forma generalizada, pudiendo afectar, además, de manera ligera a las vertientes sur y este de Tenerife.

La Agencia Estatal de Meteorología prevé que la calima comience a remitir el lunes, cuando volverá a ser ligera en la provincia oriental, aunque más significativa en la vertiente sur de Gran Canaria.

Se da la circunstancia de que este nuevo episodio de calima coincide con una alta incidencia de enfermedades respiratorias en el archipiélago, especialmente, gripe A, pero también catarro y COVID. Las personas con problemas respiratorios son más propensas a padecer la calima, lo que puede llegar a complicar aún más la situación de las urgencias en los centros de salud y en los hospitales canarios.

Calima en Canarias

La Consejería de Sanidad avisa

Como es habitual, la Consejería de

del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, y ante la previsión de presencia de

en varias islas para estos días, recomienda a la población

El polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias y, en muchas ocasiones, se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.

La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio.

Recomendaciones

Sanidad recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios —como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas— las siguientes medidas:

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