FÚTBOL
Juanjo Ramos: "El problema no es Óscar Cano, es el modelo del nuevo Tenerife"
La afición blanquiazul ya no cree en Garrido ni en los suyos
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La culpa no es del nuevo entrenador, sino del nuevo Tenerife
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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El tinerfeñismo ya conoce bien a los que dirigen ahora los destinos de su equipo. Después de unos meses de romance, de ese periodo de enamoramiento con el que se inicia cada relación, hemos empezado a descubrir defectos. Pero no uno ni dos ni tres, un caudal de defectos.
La gente que venía a cambiarlo todo, a sanar las heridas de un club anticuado y alejado del aficionado, eso decían, ha acabado llamando directamente indígenas a los aficionados en Twitter, o borregos que solo hacen lo que dice la prensa a través de su consejero deportivo.
Los que tenían un modelo mejor que Juan Carlos Cordero en la dirección deportiva y Luis Miguel Ramis en el banquillo han firmado una temporada en la que han sumado un punto menos y han acabado dos puestos más abajo. Una temporada sin decisiones deportivas de peso, porque mantuvieron a Asier Garitano en el banquillo pese a la dinámica claramente negativa; con dos fichajes de invierno que aportaron cero y devaluando una plantilla que nos parecía hace un año mejor que ahora.
Hoy hemos cambiado a Cordero por Mauro Pérez, un director deportivo que no toma decisiones. A Luis Miguel Ramis, primero por Garitano y ahora por un entrenador que acaba de descender a Segunda RFEF con el Sabadell. Y a Miguel Concepción por Paulino Rivero, que firma convenios con clubes de fútbol base y cobra una pasta, pero no manda en el área deportiva. Incluso ha sido capaz de abandonar su discurso del “Tenerife de todos” por “el Tenerife es una empresa”.