El Harakiri naranja
Escucha ya el editorial de Guillermo García en La Mañana de COPE Tenerife
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Miren hay que ver el guirigay político que se ha montado en las ultimas 24 horas a cuenta de los vaivenes de ciudadanos, y las ganas de que tiene la izquierda de desbancar al PP de las comunidades autónomas en las que gobiernan los populares. Murcia en primer término, y luego Madrid y Castilla y León se vieron salpicadas en una mañana frenética, en la que por momentos, parecía que habría un cambio radical en los equilibrios políticos en España, en el marco de un ya habitual escenario convulso.
Y lo cierto es que, en un país tan polarizado políticamente como el nuestro, los giros bruscos pasan factura indefectiblemente. No nos engañemos, desde las ultimas elecciones generales y después de la salida de Albert Rivera, Ciudadanos es una marca política muy a la baja, y ya tenía difícil su continuidad en los próximos años. Pero con movimientos como el de ayer, creo que prácticamente pone fecha de caducidad definitiva a su propia existencia.
En esta España de bloques herméticos, acostarte apoyando al PP, y levantarte poniéndote del lado del PSOE, no solo no es una decisión inteligente sino que constituye un harakiri político en toda regla. Máxime cuando ese PSOE es el aliado de independentistas catalanes y de los herederos del terrorismo vasco a los que siempre has defenestrado. La credibilidad en política vale su peso en oro, y con este posicionamiento, Ciudadanos ha perdido la poca que le quedaba.
Y eso, que quieren que les diga, es un problema para la estabillad política de este país. El partido popular se queda cada vez mas solo, y con menos fuerza para luchar frente al bloque de la izquierda, y además le sigue viendo a los orejas al lobo, con la escalada de VOX en los últimos meses.
Y es que al acercamiento o no a los partidos extremistas es lo que marca las diferencias en este momento: el PP se queda en la oposición porque no quiere saber nada de Abascal y los suyos mientas el PSOE no tiene complejos en pactar con la ultraizquierda mas reaccionaria y populista, esa que a Sanchez le quitaba el sueño hace algunos años.
En definitiva, que Ciudadanos ha firmado una sentencia de muerte, y que en el PSOE y en Podemos, están relamiéndose con el escenario favorable que les va a quedar en los próximos lustros.