Bullying, peleas y conductas suicidas en un colegio de Tenerife: "La clase está tocada"

Episodios frecuentes de agresiones físicas, insultos, amenazas, autolesiones y hasta comportamientos suicidas. Es el desolador panorama que se vive desde hace bastante tiempo en el Centro de Educación Obligatoria (CEO) Bethencourt y Molina, en Santa Cruz de Tenerife. La comunidad educativa, desesperada por la situación, ha tenido que acudir a la Diputación del Común para pedir ayuda ante lo que consideran una "emergencia social".

Ha sido el propio diputado del Común, Rafael Yanes, quien ha dado a conocer el caso ante los medios tras reunirse con la directora del centro. Se trata, dice, de una realidad poco conocida por la sociedad y que merece de una "reflexión colectiva". Por el momento, ya ha solicitado una cita con el consejero de Educación y con la presidenta del Consejo Escolar de Canarias para abordar esta problemática y sugerir soluciones que considera deben ser inmediatas por la gravedad de la situación.

Ubicado en Barranco Grande, en el suroeste de la capital tinerfeña, el Bethencourt y Molina lleva años siendo escenario de estos problemas, que se han agravado tras la pandemia. "Es algo muy fuerte y que no es de ahora, porque el bullying en el colegio ya existía el año pasado, el anterior... vienen patrullas de la Policía cada dos por tres, se han pegado por fuera...", describe María a Herrera en COPE Canarias a las puertas del centro, tras dejar a su hija de ocho años.

La directora alertó al diputado del Común de que hay clases de Primaria "en las que todos los alumnos padecen problemas psíquicos". María, por su parte, pone el foco de manera concreta en la clase de 4º, donde "solo cinco niños se salvaron del test psicotécnico". "Lo que está ocurriendo no es un chiste, se ha ido de las manos...", lamenta.

"Esto se nos ha ido de las manos"

Por eso, los padres y madres creen fundamental que el Gobierno de Canarias, responsable de la educación y la sanidad en las islas, "ponga pedagogos y psicólogos, gente capacitada y que colaboren con los padres". "Yo he visto niñas peleándose y agarrándose por los pelos; que les digan a sus madres que no van al colegio porque les van a pegar... Mi sobrino mismo estuvo pasando por una situación de bullying el año pasado, y está en 4º de Primaria; eso se nos ha ido de las manos", insiste.

El diputado del Común cree que lo está pasando es muy grave. Reconocía en COPE que la reunión le "impactó muchísimo". Junto a la directora, asistió una orientadora, una madre y, un alumno del colegio. "Su testimonio fue increíble: nos dijo que de las 15 personas con las que más relacionaba en el colegio, todas se autolesionaban". Ahora, la pelota está en el tejado de la Consejería de Educación para intentar cortar cuanto antes este problema.