Canarias pide al Supremo el toque de queda ante un "peligro grave e inminente"

El Gobierno de Canarias recurrirá ante el Tribunal Supremo el auto del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que deniega el toque de queda porque entiende que hay argumentos jurídicos consistentes para defender la viabilidad de esta medida.

El portavoz del Ejecutivo, Julio Pérez, ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que estos argumentos tienen que ver con la proporcionalidad de esta medida respecto a la situación sanitaria que se registra en Canarias con el aumento de casos por la pandemia.

Además, entiende el Gobierno de Canarias, y así se argumentará en el recurso de casación que se presenta el lunes, que "sí existe un peligro grave e inminente para la sociedad", y lo vincula con la presión asistencial y la incidencia hospitalaria que produce la pandemia.

Pérez ha señalado que en el auto de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC se alude a la disponibilidad de varias leyes que dan potestad a las fuerzas y cuerpos de seguridad para controlar y sancionar los botellones y, aunque el Gobierno reconoce la existencia de esta medida, entiende, según su portavoz, en que es "más efectivo que el botellón no se produzca" porque hay un toque de queda que prohíbe estar en horas nocturnas en la calle.

"Es más fácil prevenir", ha dicho el portavoz del Gobierno de Canarias que ha reiterado que desde las 0:30 horas a las 6 de la mañana no hay demasiada actividad económica que se pueda ver afectada por esta medida.

Pérez ha señalado que comparte con el auto el llamamiento a la responsabilidad individual para cumplir las medidas pero ha indicado que determinados comportamientos excepcionales tienen una incidencia en el conjunto de la población.

Para el Gobierno de Canarias, el toque de queda es una medida que ha demostrado su efectividad durante la pandemia, y por ello, ha señalado el portavoz, recurrirá para su entrada en vigor.