La desesperada denuncia de una tinerfeña que lleva un mes viviendo en su coche: “Piden hasta 3 avalistas para alquilar un piso”

Imagina tener un trabajo, vivir con tu pareja y con tu mascota y que, de repente, te veas en la calle. Además, por si fuera poco, una dolencia que afecta a la movilidad de tu pierna debido a un nervio de tu espalda te obligue a tomar 15 pastillas diarias. Lo intentas todo, vives en tu coche, buscas un nuevo piso de alquiler y, cuando parecía que ya podrías retomar tu vida con normalidad, de pronto, te topas con una pared en forma de requisitos para alquilar. Pues esta situación no es una ficción. Así lleva viviendo Natalia González, una ciudadana de Tenerife, que reside, junto a su pareja y su mascota, un perro llamado Tori, desde hace un mes en La Cuesta, una zona situada entre Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna. 

Natalia ha comentado en los micrófonos de Herrera en COPE Tenerife que la situación comienza a ser muy frustrante: “Ha sido todo nefasto, ha sido desagradable ver cómo te cierran puertas. No es nada agradable cuando tú vas con todas las ilusiones del mundo, te gusta la vivienda, tocas puertas, y te dicen que no por Tori. El gran fallo es, primero, el precio abusivo de las viviendas aquí en Tenerife. Luego, los avales. Te piden uno, dos y tres avales. Es increíble, tenemos que cobrar más de 1500 euros al mes cada uno. Y por último, no aceptan ni animales ni niños”.

Tanto Natalia como su pareja guardan ahorrados los fondos de su anterior fianza, pero ya han tenido que cogerlos para alimentarse: “Hasta ahora habíamos podido guardas los ahorros, tenemos trabajo, aunque estoy de baja, pero no nos podemos alimentar siempre de sandwich de mortadela. Hay que comer en caliente, sobre todo, en los días de invierno. También otros gastos, por ejemplo, la lavandería. El dinero se nos va rápido”.

ENFERMEDAD INHABILITANTE

La de Natalia no es una situación fácil. Está de baja en su trabajo por una enfermedad inhabilitante que prácticamente le imposibilita la movilidad de su pierna, debido a la afección de un nervio en su espalda: “Empecé por una lumbociática, y por no tener los cuidados adecuados para eso, se ha convertido en algo que no se sabe. He perdido la movilidad, la pierna está muerta, y ahora quieren hacerme un TAC porque están preocupados los médicos. Tomo 15 pastillas diarias”.

SIN APOYO ADMINISTRATIVO

Sus familiares tampoco quieren ayudarles, y, desde servicios sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife les han propuesto una alternativa: una tarjeta para acudir a un comedor social. Cuestión que, por otra parte, no pueden tener porque es necesaria una comprobación de que están viviendo en un sitio fijo con un coche y, por razones de seguridad, cambian de zona cada pocos días: “Tienen que venir a verificar si es verdad que vivimos en un coche. Por mucho que le digamos, no estamos en un sitio fijo, por el peligro que hay, por nuestros miedos, no”.