Los comercios centenarios agradecen el homenaje que han recibido del Ayuntamiento de La Laguna

El Área de Comercio y Turismo del Ayuntamiento de La Laguna, que dirige María José Roca, ha llevado a cabo la primera gala de homenaje a los establecimientos centenarios del municipio, seis comercios de larga tradición familiar y que hoy, en su mayoría, continúan siendo regentados por los sucesores de quienes los fundaron hace, incluso, más de 150 años. El Teatro Leal ha sido el escenario elegido para este reconocimiento de la localidad a su importante e histórica tradición comercial, que incluyó la entrega de distintivos y las actuaciones de Benito Cabrera, José Manuel Ramos y del grupo Filigrana.

Recogieron los galardones en esta primera edición Abián Curbelo Villalba, director del Hotel Aguere, fundado en 1885; Hugo David Núñez Duarte y Elena de Vera Núñez, de Calzados Víctor Núñez, también con 137 años de historia en el casco histórico; José Luis García Rodríguez y José Manuel García García, de Gofio La Molineta, fundado en 1886; Juan Carlos Rodríguez Bonilla, de Piensos Arturo Agricultura de Tejina, creado hace 115 años; Carmen Hernández García y Porfirio Rodríguez Cruz, de la Dulcería La Catedral, fundada en 1914, y Marián Hernández Alonso y Yanira Hernández Lugo, del Molino de Gofio Raúl, que abrió sus puertas en Tejina en 1917.

Hoy en La Mañana de COPE Tenerife, algunos de los protagonistas han agradecido este gesto del Ayuntamiento lagunero. Carmen Hernández, propietaria de Dulcería La Catedral quiso dejar claro que “estamos muy contentos y encantados con este reconocimiento, porque hemos trabajado mucho con nuestros antecesores y ha sido un trabajo duro a lo largo de los años”.

Nos cuenta su propietaria que La historia de Dulcería La Catedral, comenzó “allá por 1914, cuando Doña Rafaela llegó procedente de Cádiz”. El hecho es que su primera propietaria, “vino con su esposo y no tenían hijos, y el primer empleado que fue mi padre, fue el que se quedó con el negocio”. La tradición familiar ha perdurado en el tiempo ya que la hija de Carmen, “dejó su carrera, y se ha quedado con la dulcería, porque a mí me daban ganas de llorar de pensar que podría desaparecer el negocio”.

La fama de los roquetes de este centenario establecimiento ha traspasado fronteras, ya que “nuestros rosquetes han ido hasta Japón, hace unos días enviamos varias cajas”. En cualquier caso 108 años dan para muchas anécdotas, como la de un abuelo que “hace poco vino con sus nietos, para enseñarle la dulcería donde venía cuando estudiaba en la Universidad”.

En el caso de Calzados Víctor Núñez, su actual propietario Hugo Núñez, relata que fue “mi tatarabuelo, el que fundó el negocio hace 157 años, y a partir de ahí vamos ya por la cuarta generación”. Desde luego, este histórico negocio representa como pocos la cercanía y el buen tarto que caracteriza al pequeño comercio del casco lagunero, cuyo secreto reside fundamentalmente, en la familiaridad con la que tratamos al cliente”, además de “la calidad del producto, que es clave para que la gente siga viniendo”.