Las fiestas de Candelaria recuperan la normalidad

Miles de peregrinos se han acercado a Candelaria para reencontrarse con la Virgen morenita después de dos años de restricciones debido a la pandemia. El goteo de personas, que se inició el viernes, se vio incrementado en las primeras horas de ayer domingo, 14 de agosto, para luego descender paulatinamente hasta la llegada de la tarde cuando Candelaria se convirtió en el punto de encuentro de toda Canarias.

Caminando, en transporte público, vehículo particular todos los caminos conducían a Candelaria. Así, a las 15.00 horas, según estaba previsto, la Policía Local procedió a restringir el tráfico y desviarlo por la calle El Pozo.

Por la tarde, se celebró la tradicional ceremonia guanche en la Plaza de la Patrona de Canarias donde el colectivo de los guanches de Candelaria representó el hallazgo de la Virgen, según la adaptación de la obra de Alonso de Espinosa con la narración del acto José Luis de Madariaga.

Personas llegadas desde diferentes puntos de Canarias se reunieron para ver y conocer la historia de los pastores que encuentran a la santa imagen y la llevan ante el rey de Güímar. Un acto emotivo y con una importante carga de identidad, que cuenta con el cronista oficial de Candelaria, Octavio Rodríguez en la redacción de su guion.

Tras la representación tuvo lugar la procesión nocturna hasta el Pozo, siendo acompañada la virgen por el colectivo guanches de Candelaria, las autoridades, la banda de música Las Candelas y los vecinos y peregrinos. Asistió la corporación municipal, también la de Teror encabezada por Sergio Nuez, su alcalde, el parlamentario andino Gustavo Pacheco, en representación de Perú acompañado del cónsul en Tenerife Fernando Ruiz, la vicepresidenta del Cabildo de Tenerife, Berta Pérez, y por parte del Comité Ejecutivo de la Federación Canaria de Municipio (FECAM), Escolástico Gil.

Las palabras de José Ramón Enjamio, rector de la basílica, precedieron a los fuegos artificiales y al canto del ave María a cargo de Chago Melián, seguidamente, la artista Olga Benavente y Fernando Santana también realizaron su tributo musical a la Virgen de Candelaria.

La basílica permaneció abierta toda la noche para recibir a los devotos y “romeros”, o peregrinos, que acudieron desde todos los lugares de la isla, mientras que anexamente, en la Plaza de la Patrona de Canarias se vivió con alegría la noche de parrandas en memoria a Rosaura Marrero Fariña con el grupo ‘Recordar es vivir’, parranderos y solistas venidos de distintas localidades de Tenerife.