SANIDAD
La madre de un chico con TEA lucha por su integración en el sistema educativo
La ausencia de las Aulas Enclave en la Secundaria, punto de inflexión para el aprendizaje de su hijo
Tenerife - Publicado el - Actualizado
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Eva es madre de un chico de 14 años con Trastorno del Espectro Autista que, tras finalizar su etapa en la Educación Primaria, donde disfrutó de las “ventajas” del Aula Enclave, ahora pasará a la secundaria, con el problema que ello conlleva, de que no existe dicho servicio en ese nivel educativo, por lo que deberá asistir a centros de educación especial.
Pese a haber Aulas Enclave en el sur de la isla de tránsito hacia la vida adulta, hay una enorme complejidad a la hora de acceder a ellas. Por un lado, existe un número limitado de plazas, y por el otro, el proceso selectivo es opaco, en su opinión.
En el caso de su hijo, debido a sus características, le han recomendado ir a un centro de educación especial. Circunstancia que a Eva le ha molestado porque “vivimos con la eterna promesa de que el siguiente paso es donde estarán los recursos”. Afirma que en la Secundaria contaría con los mismos recursos que en la educación especial y esa es la denuncia. “Estoy cansada de que mi hijo tenga unos derechos y que no se apliquen esos derechos”.
Este tema la tiene agotada. El proceso judicial es tan tedioso que muchos padres ni se plantean la alternativa de demandar. De hecho, no es la primera vez que tiene problemas con la Administración. En esta ocasión primero tendrán que pronunciarse los tribunales, para posteriormente interponer una demanda al Contencioso Administrativo
Destaca que a ella le pilla ya mayor este asunto, pero que las madres que vienen detrás de ella son más conscientes de lo que es la inclusión. Al igual que denuncia que no se analizan las particularidades de cada niño y que seguramente la resolución judicial acabe enviando a su hijo a un centro de educación especial.
Si una cosa tiene clara es que su hijo acabará en un centro de educación especial, al menos para el siguiente curso académico. Una situación que para nada le hace feliz y que le conllevará una espera de año y medio para ver resuelto su caso. Una vez se abra el proceso de reclamación de la Consejería de Educación, se producirá el silencio administrativo al no responder a su petición y es en ese preciso instante cuando estará habilitada de acudir a los tribunales para reclamar al Contencioso Administrativo.