Marina Dubinina y Natalia Kvasnytsia, naturales de Ucrania nos hablan del conflicto con Rusia

Marina Dubinina jugó en la época dorada del Tenerife Marichal. Es una leyenda del voleibol y continúa jugando con más de 50 años; Natalia Kvasnytsia, también fue jugadora en equipos tinerfeños, como el Arona, el Haris o el Aguere; crecieron en zonas diferentes de Ucrania, Marina en Dombas, donde la mayoría de la población es pro rusa y Natalia en una zona donde la mayoría se alinea con Ucrania, aun así, son amigas y "nunca hablan de política". Ambas han estado hoy en "La Mañana en Canarias" con Mayer Trujillo y le han contado su experiencia en lo que al conflicto se refiere.

Natalia explicó que esta situación no es nueva, se lleva arrastrando ocho años y ni Europa, ni Estados Unidos lo han tomado en serio hasta ahora, en que se están dando cuenta de que puede ir a más. Afirmó que la población está tranquila, pero que "puede pasar de todo".

Marina lo ve "como un ajedrez entre varias partes que hacen sus movimientos, esperan la respuesta y dan el siguiente paso"; y todo el mundo está esperando a ver cómo termina todo esto, después de ocho años. Le parece una situación extraña, porque hay una parte que pertenece a Ucrania, pero los sueldos, las pensiones, etc. se pagan en moneda rusa y a la vez es un país independiente; "tiene que tener alguna solucion, y a lo mejor ahora se resuelve, pero nadie quiere que sea con armas" asevera.

A la pregunta de qué siente al ver zonas de Ucrania ocupadas por Rusia, Natalia declaró que "se me parte el corazón, recuerdo cuando estuve en la Selección Ucraniana e hicimos muchas concentraciones en Crimea, y todavía no lo puedo asumir, es triste".

Respecto a si se sentía rusa o ucraniana, Marina respondió "yo me siento soviética, éramos todos lo mismo, era una cuestión territorial, todos hablábamos ruso como idioma principal y luego cada república tenía su idioma; decir que porque yo era de esa zona, soy pro rusa o defiendo los intereses rusos, no es verdad"; afirmó que había mucha "manipulación a la población por los que tienen el poder".

Sobre la resolución del conflicto, Marina opina que es muy complicado, que hay muchos intereses creados; Natalia cree que con armas no se va a solucionar y que "a veces le parece que esto no tiene fin".

Marina declaró que la situación del país respecto al COVID no es diferente a muchos otros, "algunos lo resistieron, otros se fueron, pero no es cierto que está muriendo la gente desatendida".

Por último, ambas respondieron a la pregunta de si irían a defender sus posturas. Marina afirmó que ve mucha manipulación, que tendría que ver allí lo que está pasando para poder decidir la importancia de que ella tomara esa decisión, pensando, dijo "con un poco de egoísmo, mirando por mi familia"; Natalia, declaró que había veces que lo había pensado, pero que "igual que Marina, pienso en mis hijos y no sé si de verdad merece la pena; si muero, cómo le explican a mis hijos por qué murió su madre"; además Marina tuvo un sobrino que falleció en la guerra, y ese recuerdo triste también la hace dudar.