Un propietario de Tenerife no puede echar a su inquilina pese a que le debe 16.000 euros

La tensión en el mercado inmobiliario sigue siendo un punto de difícil solución tanto para arrendadores como arrendatarios. Por un lado, se encuentra un problema estructural como puede ser la falta de vivienda, a eso le sumamos el auge de la vivienda vacacional, una inflación que ha provocado subidas inasumibles en los precios de los alquileres, y por último la falta de seguridad jurídica de los propietarios ante el temor de que puedan dejar sus casas en manos de una persona insolvente.

En referencia a este último ejemplo, conoceremos el caso de Luis Javier, dueño de una vivienda en Las Chafiras, en Tenerife, que tenía arrendada a una mujer que lleva 3 años de forma continuada sin pagarle los 430 euros mensuales con gastos de suministros incluidos. Hasta tal punto llega el impago, que la deuda total asciende a los casi 16.000 euros.

Este hecho provocó que Luis tuviera que llevar el caso a los tribunales que le dieron la razón, e iban a proceder al lanzamiento de su inquilina, pero, ante el riesgo de verse sin hogar, su arrendataria acudió al Ayuntamiento de San Miguel, alegando que estaba embarazada para detener el proceso. El coste del proceso judicial le costó a Luis un desembolso de 6000 euros en abogados que, de momento, no han podido para darle solución a su problema.

El afectado explicó en los micrófonos de Herrera en COPE Canarias que actualmente está viviendo con su madre, de 93 años, y que siendo mileurista, está en una situación límite donde, entre sus gastos personales, más los de su inquilina, le llevarán más pronto que tarde, a perder su casa por impago como no se dé un vuelco a la situación.