Salvar a las “joyas aladas” en Cuba

Se cumplen 15 años del trabajo que Loro Parque Fundación efectúa en Cuba en favor de especies endémicas amenazadas de loros, dando soporte técnico y financiero a proyectos de conservación, cuyos frutos comienzan a mostrarse con el aumento del número de loros, y gracias a la tenacidad y esfuerzo de los investigadores de campo.

La cotorra cubana (Amazona leucocephala), es una de las especies beneficiadas por estos proyectos. Su llamativo plumaje de color rojo, unido a su capacidad de imitar la voz a humana, la ha convertido en una víctima de la captura ilegal.

Los censos científicos y la identificación de las áreas idóneas para la especie han precedido a la creación de nidos de barro artificiales, que facilitan su reproducción.

Asimismo, se está ayudando al Catey (Psittacara euops) un pequeño loro igualmente amenazado, y que gracias a un programa educativo y de sensibilización en las poblaciones locales se ha logrado una protección eficaz. El número de loritos catey aumenta cada año.

En declaraciones a COPE CANARIAS, el director científico de Loro Parque Fundación, Rafael Zamora, habló con optimismo de los “excelentes resultados” que están obteniendo desde que apoyan estos proyectos y donde aplican todo el conocimiento sobre loros que han ido atesorando a lo largo de los años.

Nuevas tecnologías para la conservación en Cuba y salvar a las “joyas aladas”

“La deforestación histórica, los desastres naturales y el comercio ilegal de pichones como mascotas” han sido los detonantes para colocar a estas especies en grave peligro según explica el biólogo cubano Maikel Cañizares, cuyas explicaciones sobre la especie y valoración del trabajo de la Fundación de Loro Parque se pudieron escuchar en dicha entrevista gracias a unos audios que el propio Cañizares hizo llegar ya que, debido a la diferencia horaria entre Cuba y Canarias, no pudo participar en directo en la entrevista. Respecto al valor del trabajo de Loro Parque, Maikel Cañizares recalcó que desde que la fundación apoya los trabajos en el país (desde 2005), cada año monitorizan el “éxito” del uso de nidos artificiales. Otra de las principales actividades que destacó son los “festivales populares involucrando a los pobladores locales en las acciones de conservaciones resaltando el valor de estas especies como únicas y promoviendo el orgullo de los pobladores sobre estas joyas aladas”.

Trabajos "in situ" para la conservación de los loros en Cuba

Rafael Zamora alabó en directo el trabajo “in situ” de Cañizares y el uso de cámaras trampa ya que es una de las herramientas que mejores resultados está dando en el estudio de la fauna amenazada. Su colocación es sin duda la clave para obtener más datos sobre la biología de las especies. Pero en el caso del estudio de las Cotorras Catey en Cuba, su colocación es complicada y requiere de la pericia de los investigadores formados en técnicas de escalada para ubicarlas en los perpendiculares acantilados donde anida la especie.

Es en estos precipicios, donde también están colgados los nidos de barro, diseñados específicamente para este proyecto. Aunque en esta zona de difícil acceso la presencia de cazadores furtivos es escasa, las cámaras trampa sirven también de disuasión para proteger las zonas de anidación.

El proyecto mantiene personal voluntario de las comunidades y los técnicos hacen también las revisiones regulares durante la época de cría, la más vulnerable.

Las fotos de las cámaras trampa son muy efectivas para evitar la presencia de los enemigos de la naturaleza y brindan apoyo a la sociedad cubana que cuida y protege su fauna.

Su bello plumaje, inteligencia y capacidad de imitar la lengua humana son grandes cualidades de estos loros pero también la causa de que se extraigan de la naturaleza para usarlos como mascotas lo que empeora su situación. Maikel Cañizares quiso hacer un llamamiento para proteger a estas especies con leyes más rigurosas y convencer a la sociedad para que valoren y protejan estas especies para que pervivan en el tiempo.