El mercadillo solidario de Manos Unidas amplía su estancia en Santander hasta el 24 de mayo

Desde hace varias semanas puede visitarse ya el mercadillo de Manos Unidas en Cantabria, cuyas ventas sirven para apoyar los proyectos de cooperación de esta entidad.

En concreto, está en Santander, en la calle Calvo Sotelo, entre los números 11 y 13, y puede visitarse hasta el 24 de mayo, debido al éxito obtenido en la capital de Cantabria desde que se inauguró el pasado 24 de abril. Se puede visitar de 11 a 13 y de 17.30 a 20 horas, y los sábados solo por la mañana.

En el mercadillo encontramos de todo gracias a las donaciones particulares y los comerciantes de Santander, así como a las voluntarias de Manos Unidas, que ponen toda su ilusión, año tras año, en sacar adelante el mercadillo para recaudar fondos para los proyectos de Manos Unidas.

Además de los objetos que están a la venta, los alumnos del IES Marqués de Santillana – Torrelavega, han realizado una exposición monográfica sobre Madagascar, acercándonos con su investigación a los proyectos de cooperación que Manos Unidas está desarrollando allí.

El Mercadillo Solidario es itinerante y como en años anteriores, se realizarán mercadillos en diferentes puntos de Cantabria. Se acaba de inaugurar en Los Corrales de Buelna y a partir del 17 de julio viajará a San Vicente de la Barquera.

"La alimentación de comercio justo, con lo que además ayudamos a los productores, las labores de las habilidosas voluntarias son todo un reclamo y gracias además a los comercios de Santander los productos se renuevan constantemente y convierten esta cita anual en un auténtico atractivo" destaca Loli Cobo, en COPE, voluntaria de la ONG.

EL EFECTO SER HUMANO

Manos Unidas advierte en la campaña de este año sobre las consecuencias del cambio climático en el incremento de las desigualdades Norte-Sur

Su campaña contra el hambre habla del “efecto ser humano”, con el que se llama la atención sobre el ser humano, “la única especie capaz de cambiar el planeta”

Es decir, llaman la atención sobre las consecuencias del “maltrato al planeta” sobre otras partes del mundo, y no solo desde el plano ambiental, sino incidiendo en que la desigualdad medioambiental está afectando a millones de personas, mermando sus derechos más básicos.

Así, las personas más vulnerables no tienen los recursos para hacer frente a estas situaciones y son los que más sufren las formas de consumo y producción de los países desarrollados.

El dinero recaudado con el tradicional mercadillo permitirá "la construcción de pozos de agua potable o de colegios de educación primaria, así como poder ofrecer al menos una comida al día a las personas más necesitadas", recordaba Loli.