Mucho potencial por explotar
Todo el trabajo hecho por popularizar la ruta Lebaniega necesita de un último esfuerzo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Se podría decir que ya he terminado esta maravillosa y preciosa aventura que arrancó el pasado 21 de junio en El Haya. Estoy a poco más de 3 kilómetros de llegar a mi meta, que no es otra que el Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
3.000 metros para tocar la gloria y dar por terminada una experiencia vital, para mi, de primer orden.
Han sido 10 días, con el de mañana 11, en los que me han pasado muchas cosas que te he ido contando a través de este Diario, de las RRSS y de COPE Cantabria, de los que saco una conclusión inequívoca: hacer el Camino, ya sea el del Norte, hacia Santiago de Compostela, o el Lebaniego o ambos como he hecho yo, es una experiencia que merece la pena.
Una oportunidad para darse cuenta de la riqueza natural que nos rodea, de la riqueza patrimonial, civil y religiosa, que se esconde en cualquier esquina y, por lo tanto, del potencial turístico y cultural que son nuestros Caminos.
Un potencial que, me da la sensación por lo visto estos días, tenemos que saber aprovechar mejor.
En 1993, la UNESCO declaró Patrimonio Mundial de la Humanidad el Camino Francés del Camino de Santiago y en 2015 lo extendió al resto de rutas conocidas a Santiago, entre ellas nuestro Camino del Norte. También ese año, el Camino Lebaniego, como parte de esas rutas de peregrinaje del norte, se convirtió en Patrimonio de la Humanidad.
Han pasado 6 años en los que se ha hecho un esfuerzo importante para darlo a conocer y popularizar su recorrido, y hablo de la ruta Lebaniega. Fue un gran paso en este sentido, conseguir que el Año Santo Lebaniego trascendiera de lo puramente religioso y se convirtiera en una oportunidad magnífica para conocer Cantabria y su lugar Santo.
Pero no nos podemos conformar con esto. El Camino necesita servicios. El peregrino no tiene que sentirse un "Indiana Jones". Un bar, una pequeña tasca donde reponer energías, un localito de donde llevarse ese recuerdo de peregrinaje.
Imagino que es un reto nada fácil, pero aún hay tiempo antes de que llegue el próximo Año Santo Lebaniego.
Diario de un caminante, por el camino del norte y el camino lebaniego. Con el patrocinio de la Consejería de Turismo, la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria y la colaboración de copsesa.com y deportescumbres.com, empresas cántabras que han apostado por esta aventura.