Conoce el nuevo Centro de Acogida San Vicente de Paúl: Una residencia para empezar una nueva vida

La Cocina Económica de Santander es uno de los pilares fundamentales en la atención a la población vulnerable. Más de 4000 personas son atendidas anualmente, de las cuales el 25% son mujeres, en sus diferentes servicios (comedor, higiene, salud, formación y empleo, centros de día, centro de inserción...). Cerca de 600 familias acuden mensualmente a por alimentos y 150 acuden cada día para comer o desayunar.

Estas cifras demuestran que hay muchas personas en situación vulnerable y terminar con esto requiere del trabajo de todos; "si queremos que sea eficaz tanto la administración, las entidades del sector como las empresas y la banca, tienen que estar implicados es un trabajo de todos" así lo ha contado hoy en Herrera en COPE Cantabria, Jesús Castanedo gerente de la Cocina Económica.

La entidad suma desde hoy a los 23 pisos que tiene repartidos por la capital de Cantabria, para atender a personas sin vivienda, el Centro de Acogida San Vicente de Paúl, que cuenta con 14 plazas y acaba de abrir sus puertas.

El nuevo centro está ubicado en la tercera planta de las instalaciones de la calle Tantín, donde las Hijas de la Caridad prestan su labor, y como particularidad seleccionará para su acogida aquellos usuarios que muestren un compromiso y quieran iniciar un proceso de inclusión social.

Dispone de 14 habitaciones individuales, con baño incluido, zonas comunes y espacios donde trabajar con los residentes que tendrán que cumplir una serie de requisitos para poder acceder a alguna de estas plazas. "Aquí cogemos a una serie de personas que estén motivadas, en condiciones de acceder a unos estudios reglados, a un buen trabajo y antes de entrar en la residencia hay que hacer un plan con los educadores de que es lo que quieren y pueden hacer y entonces a partir de ahí ese plan implica un seguimiento continuo" explica Castanedo.

Y es que el objetivo es que en muy poco tiempo, como máximo dos años, los residentes puedan acceder a un empleo digno, para lo que se les darán "todas las facilidades" y tendrán que formarse y desarrollar habilidades domésticas y de convivencia.

El director técnico de la cocina, Jesús Castanedo, ha explicado que el perfil de usuarios es de hombres y mujeres con edades entre los 20 y los 35 años, aunque se dará cabida a cualquiera que esté dispuesto a comprometerse con el proyecto.

"Nosotros no estamos para dar de comer, estamos para erradicar el hambre. Hay que alimentar también las capacidades, las competencias, las ilusiones...", ha explicado.

La reforma de este espacio --que anteriormente también acogía a personas sin hogar aunque con un modelo distinto-- ha supuesto una inversión de 270.000 euros, de los que el Gobierno de Cantabria ha aportado un 65% con fondos procedentes del 0,7% del IRPF que se destina a proyectos sociales y de cooperación cuando se marca la 'X' en la declaración de la renta. El resto lo han financiado la Obra Social La Caixa y la propia Cocina Económica.

LA VIVIENDA, EL "GRAN PROBLEMA" DE LA EXCLUSIÓN

Castanedo ha lamentado que Santander vive una situación "que no veíamos así desde hace tiempo", con "muchísimas personas que necesitan ayuda". A su juicio, el "gran problema" de la exclusión en la actualidad está en la vivienda, más que en el trabajo.

"No tenemos vivienda" y los precios del alquiler están "desorbitados", añadiendo, que "mucha gente vive en habitaciones" que mejoran solo "un poco" las condiciones de la calle.