Raúl Alegría representará a España en el Campeonato del Mundo de Magia

Raúl Alegría siempre quiso ser mago. Ya de pequeño le hacía trucos a su padre y sus compañeros de colegio le pedían que hiciera desaparecer los exámenes. Pero no siempre le salían las cosas bien, “recuerdo en un examen de geografía que tenía todo el brazo lleno con 20 chuletas y vino el profe y me dijo: Alegría que te ha fallado la magia. Miré al suelo y todas mis chuletas estaban allí tiradas”.

Alegría representará a España en el Campeonato del Mundo de Magia que se celebrará en Torino-Italia- dentro de tres años, tras vencer hace unos días el Campeonato de España celebrado en Valladolid.

Un Campeonato de estos es en realidad un Congreso donde se dan cita magos profesionales y amateurs- en esta edición más de 600- e intercambian experiencias, conocimiento a la vez que compiten para ser los mejores.

Según Alegría la magia española está atravesando uno de los mejores momentos de su historia algo que queda demostrado porque “el actual campeón mundial de magia es español, el último Gran Premio Mundial de Magia es español y yo intentaré revalidar el título mundial en 2026” recuerda el mago cántabro.

Raúl Alegría se ha especializado en números de escapismo y para esto hay detrás de cada espectáculo muchas horas, años incluso, de trabajo de taller y laboratorio. “Yo empiezo cada día a las siete de la mañana en el taller que tenemos en Maliaño”, en la batcueva como le gusta llamarle. Allí, desde hace años Alegría diseña sus propios aparatos y artilugios porque el mago cántabro no hace ningún número que haga otro mago, no hace nada que se pueda comprar.

Todos sus números arrancan con una idea que luego se plasma en varios planos que se llevan al taller y a partir de ese momento comienza “el prueba error de ese aparato mágico hasta que funciona”.

Y son muchas las ocasiones en las que después de meses de trabajo, y una vez terminado el artilugio, el efecto del número no es el que “nos habíamos imaginado en la cabeza, pero lejos de rendirnos lo que hacemos es mejorarlo”.

Raúl Alegría lleva meses trabajando en su último número que estrenará el 22 de julio en el Circo Quimera. Un espectáculo en el que tiene que escapar de un bidón que va a ser aplastado por una prensa de seis toneladas. “Son muchas las heridas y marcas que dejan las pruebas de escapismos de este tipo” recuerda el mago.

Raúl recuerda con cariño esa magia de cercanía con la que empezó, pero ya no es su trabajo, “lo sigo haciendo, pero ya no quiero evolucionar más en ello”. Lo que sí comparte una y otra magia ese ese momento emocionante que todo número debe tener, sea grande o pequeño, es el momento lagrimita que es clave del éxito de muchos de sus espectáculos.

Por cierto, si alguien quiere acercarse a este misterioso y apasionante mundo de la magia a través del cine, la película que recomienda Raúl Alegría es El Ilusionista, un film que tiene el mejor trabajo de documentación real sobre la historia de la magia y cómo esos grandes magos se iban formando y forjando sus espectáculos.