Sin emisora de radio, sin chalecos y con pocos agentes. Radiografía de la Policía Local de Santander
El sistema de comunicación falla desde hace 7 años y los agentes se compran con su dinero los chalecos antibalas
Santander - Publicado el - Actualizado
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La Policía Municipal de Santander estrenó sistema de comunicaciones hace siete años. Se trata de un sistema denominado DMR que utiliza una red de repetidores repartidos por la ciudad que conectan las patrullas con la base. No ha funcionado desde entonces. La orografía de la ciudad hace que la conexión entre los coches y la base falle de forma constante. Es el mismo sistema que utilizan el Gobierno de Cantabria y otros ayuntamientos a los que también funciona mal. "La profesionalidad de los agentes ha hecho que el problema más grave sea que llegamos tarde a los avisos. En muchas ocasiones lo que hacen los agentes es utilizar sus teléfonos móviles particulares. Gracias a esto no contamos ninguna desgracia grave en estos siete años" cuenta Óscar Gómez, policía municipal.
En la actualidad los técnicos apuestan por otro sistema conocido como LTE que da más seguridad, genera menos fallos y "además es más económico"
Esta semana el servicio de radio ha vuelto a fallar, como otras tantas, y los policías se han organizado desde la base sin dejar de realizar los servicios para los que han sido requeridos.
El cambio de sistema depende de la concejalía de innovación y ya hay alguna empresa que ha ofrecido en pruebas este otro sistema para, después de un concurso, implantarlo en la Policía Local.
Pero el de la comunicación no es el único problema que tienen los agentes locales en Santander. A la falta y al estado de algunos vehículos, hay que añadir el problema de los chalecos antibalas. El último pliego de condiciones fue rechazado, después de que una empresa hubiera empezado ya a tallar a los agentes, y los chalecos no llegaron. El Ayuntamiento tardará al menos un año en tener preparado otro, tiempo en el que los policías locales patrullaran sin chalecos o tendrán que comprarlos de su dinero. Hace tiempo se compró una partida de chalecos que el anterior jefe de la Policía ordenaba compartirlos. "Es evidente que un chaleco tiene que ser individual. Con un chaleco se suda y es inviable tener que compartirlos después de cada turno" recuerda Óscar. "Cuando la gente ve por ahí a un policía con un chaleco es porque el compañero se ha gastado el dinero y se lo ha comprado".
Por si fuera esto fuera poco, los agentes denuncian falta de personal. La plantilla está formada ahora por poco más de 200 agentes y según los ratios que recomienda la UE, 1'8 agentes por cada 1.000 habitantes, el número de policías debería de superar los 300.