Tres meses sin noticias del soldado cántabro desaparecido en Ucrania: "Que lo traigan a casa"
Miguel Ortiz, 'el abuelo', contactó por última vez con la familia el pasado 22 de noviembre y desde entonces no se saba nada de él
Santander - Publicado el - Actualizado
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La familia de Miguel Ortiz, el soldado cántabro desaparecido en Ucrania el pasado mes de noviembre, reclama al Ejército de ese país, y al Ministerio de Asuntos Exteriores de España que "se hagan cargo", lo busquen y "le traigan a casa".
"Saben perfectamente dónde ha caído. Que hagan lo que tengan que hacer, que busquen la forma de hacerlo, para recuperar el cuerpo, esté donde esté", ha dicho la hermana del militar Beatriz Ortiz.
La familia da "casi por descartado" que haya sido tomado como rehén y prácticamente han perdido toda esperanza de que esté vivo, dado el tiempo transcurrido y porque, en ese caso, se habría puesto en contacto con ellos.
Su cuñado, Manuel Ruiz Iglesias,en declaraciones a COPE Cantabria, asegura que la información que les facilita el Ministerio es escasa y confirma que les han pedido muestras de ADN. “O esta prisionero en alguna prisión rusa o esta muerto”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de España confirmó el pasado 14 de febrero que un soldado cántabro voluntario en la guerra de Ucrania estaba "desaparecido".
Miguel, casado y con dos hijos, de 14 y 19 años, se comunicó por última vez con su familia el 22 de noviembre de 2023. Envió un vídeo en el que contaba que le habían mandado a una misión "de rescate", de militares que habían desaparecido y, al parecer, estaban heridos.
Desde entonces, no han vuelto a saber nada de él, ni tampoco sus compañeros de armas. Días después, uno de estos últimos contactó con los familiares para comunicarles que Miguel había "caído", tras resultar herido grave después de un ataque ruso con drones en el frente de Andriivka, en la provincia de Donetsk.
La familia se pregunta "por qué no le siguen ingresando la nómina si no le dan por fallecido" dice su cuñado. "Si está desaparecido o cautivo, debería seguir en nómina del Ejército".
En cualquier caso, si "ha caído, por desgracia, porque ha ido a una guerra”, admite su hermana, que las administraciones y autoridades "se hagan cargo" de él.
FUE PORQUE ES MILITAR
Miguel había trabajado en la 64 compañía Regimiento de Cazadores de Montaña del Ejército español, en los cuarteles de Munguía (Vizcaya) y Jaca (Huesca).
Tras participar en diferentes misiones, combatiendo en Afganistan o Malí, decidió alistares en la Legión Internacional para luchar en Ucrania, país al que fue el pasado octubre desde Lérida (donde realizó un curso previo) y que lleva dos años en guerra con Rusia.
Según su cuñado, Miguel fue allí "porque es militar", y "experimentado" además. "Lo llevan en su ley: Si les llaman a combate, van", explica. "Él ha ido porque es militar, no ha ido por nada más", asegura.