El Alzheimer, una enfermedad silenciosa que cambia tu vida y la de quienes te rodean

Afecta más a mujeres que a hombres y en Cantabria hay cerca de 9.000 personas diagnosticadas

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Entrevista a Andrea, trabajadora social de la Asociación de familiares de Alzheimer en Cantabria

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En Cantabria entre 8.000 y 9.000 personas sufren algún tipo de demencia. Los signos principales de alerta son problemas de memoria, falta de motivación, cuadros de ansiedad o despistes frecuentes. También suelen repetir las mismas preguntas, dejar cosas en sitios que luego no recuerdan... y además eso suele ir acompañado de problemas psicológicos, síntomas depresivos, trastornos del sueño o irritabilidad.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al cerebro y que provoca que la persona pierda no solo sus facultades mentales, sino también sus capacidades para poder realizar una vida normal. Suele afectar más a mujeres que a hombres y consta de tres etapas. Una etapa inicial que dura entre 3 o 4 años y en la que el enfermo presenta dificultades como saber nombrar un cierto objeto, no encontrar una palabra, problemas de concentración o expresar ideas. Una segunda etapa, intermedia, que dura de tres a cinco años. Aquí se empiezan a ver limitaciones en las actividades de la vida diaria. Necesita ayudar para asearse, no es capaz de vestirse, no se reconoce a los miembros de la familia, se pierden en lugares conocidos y tienen trastornos en la conducta. Y por último la etapa final que también dura entre 3 y 5 años, donde el enfermo pierde el habla, la movilidad es casi mínima.

Tres etapas

Se trata de un proceso que, aunque parece lento, se hace muy largo para sus familiares que tienen que ver como una persona querida, deja de ser como siempre la han conocido, para pasar a ser completamente dependiente de ellos. Por eso muchas familias son reticentes, sobre todo al principio de la enfermedad, a ver las necesidades del paciente y acudir a pedir ayuda. Y es que la aceptación de la enfermedad siempre es difícil. Los familiares pasan por una fase de negación donde no quieren ver la realidad de lo que les está pasando. Sin embargo, luego poco a poco lo van aceptando, siendo un proceso muy difícil y necesitando mucho apoyo psicológico para ello.

Ahí es donde se encuentra la ayuda de la

, que cuenta con

en Santander, uno en la calle Alta y otro en la calle Virgen del Camino, en General Dávila, con capacidad para 45 personas. La asociación desarrolla

, sobre todo de memoria, para apoyar no solo al enfermo sino también a su familia. Se trata de terapias no farmacológicas que pueden ralentizar el desarrollo de la enfermedad. Por eso se consideran tan necesarias. Además, también son

, ya que hay gente que ha pasado por pasos que otra persona igual está pasando en ese momento.

En todo caso es necesaria más ayuda, aseguran desde la Asociación, no hay centros residenciales suficientes para todas las personas que lo solicitan y también hacen falta más recursos para que estas personas sean atendidas correctamente. Atención que permita a los familiares cuidadores recuperar también su vida privada.

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