Las claves que exigen los trabajadores sociales para mejorar sus condiciones: "Reconocimiento"
Más allá de la seguridad, los educadores sociales insisten en la necesidad de dignificar la profesión

Santander - Publicado el
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Su profesión lleva toda la semana en el foco de la actualidad. Educadores sociales y trabajadores del sector han salido este viernes a la calle en Santander para reclamar más seguridad y mejores condiciones en su trabajo. Lo han hecho frente a la Consejería de Inclusión Social, en una protesta convocada por CCOO y el Colegio de Educadores Sociales de Cantabria, tras el reciente asesinato de una educadora en Badajoz.
El caso ha reavivado un problema que, denuncian, viene de lejos. Falta de personal, contratos precarios, escasez de recursos y situaciones de violencia forman parte de su día a día. En muchos centros, un solo profesional llega a atender a ocho menores a la vez, en situaciones complejas y con poco respaldo. Desde CCOO insisten en que llevan años denunciando esta situación y exigen una reunión con la consejera de Inclusión Social, Conchi Sánchez, para abordar este problema.
Entre sus peticiones, reclaman auditorías en los centros para comprobar si se cumplen las ratios de seguridad y la normativa vigente. Consideran que sin estas medidas, su labor sigue siendo demasiado vulnerable.
Cantabria, bien posicionada pero con margen de mejora
Desde la Fundación Cuin, entidad sin ánimo de lucro que trabaja con menores en situación de vulnerabilidad, consideran que Cantabria está bien posicionada en este ámbito, pero aún queda camino por recorrer.
Su presidente, Pedro Tresgallo, cree que el asesinato de la educadora de Badajoz ha conmocionado a todo el sector y ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de mejorar las condiciones de estos profesionales. Al mismo tiempo, alerta de que es importante no criminalizar a los menores que viven en estos centros, ya que la mayoría de ellos no han cometido ningún delito y simplemente están en esta situación por circunstancias familiares o sociales adversas.
Tresgallo también destaca que en Cantabria los hogares de acogida cumplen con estándares de calidad superiores a los de otras comunidades, ya que en ninguno de ellos se superan los ocho menores por centro, siempre atendidos por profesionales cualificados. Sin embargo, reconoce que hay aspectos a mejorar, especialmente en lo que respecta al reconocimiento y las condiciones laborales de los trabajadores.
Más reconocimiento y mejoras salariales
Más allá de la seguridad, los educadores sociales insisten en la necesidad de dignificar la profesión. Consideran que su labor sigue sin recibir el reconocimiento que merece y que las condiciones económicas no son adecuadas para la responsabilidad que asumen cada día.
Según Tresgallo, los profesionales del sector están muy cerca de percibir el salario mínimo interprofesional, algo que debería cambiar si se quiere garantizar un servicio de calidad y atraer a más trabajadores cualificados. Además, recuerda que la labor de los educadores sociales no solo beneficia a los menores con los que trabajan, sino a toda la sociedad, ya que su función es clave para la integración y el desarrollo de estos jóvenes en situación de vulnerabilidad.
La protesta de los educadores sociales ha puesto sobre la mesa un problema que, insisten, no es nuevo. Ahora, esperan que la Consejería de Inclusión Social abra la puerta a un diálogo que permita mejorar sus condiciones laborales y garantizar un entorno de trabajo más seguro.