El Gobierno de Buruaga destinará 65 millones de euros para "reducir las listas de espera"

En un esfuerzo por abordar la creciente crisis en el sistema de salud, el Gobierno de Cantabria ha presentado un plan integral de 65 millones de euros para reducir las extensas listas de espera que han afectado a más de 18,000 pacientes, con demoras de hasta 173 días para intervenciones quirúrgicas, al cierre de 2023.

La presidenta del Gobierno, María José Sáenz de Buruaga, acompañada por el consejero de Salud, César Pascual, anunció en una rueda de prensa el "Plan Integral de Reducción de las Listas de Espera 2024-2026". Esta iniciativa busca finalizar 2026 con tiempos medios de espera de 80 días para intervenciones quirúrgicas, 40 días para las primeras consultas y 30 días para pruebas diagnósticas.

La situación actual ha sido calificada como una "emergencia" para el Gobierno, que se enfrenta a la necesidad de realizar cambios significativos después de ocho años de lo que han denominado como "mala gestión" del Servicio Cántabro de Salud. Datos de diciembre de 2023 revelan que 18,050 pacientes se encuentran en listas de espera con una demora media de 173 días para intervenciones quirúrgicas, 90 días para consultas y 110 días para pruebas diagnósticas.

El plan, que ya está en marcha y ha sido consultado con profesionales de la salud, se enfoca en tres claves principales: aprovechar todo el tiempo disponible, contratar personal adicional e incentivar a los profesionales sanitarios. Se destinarán alrededor de 20 millones de euros para retribuciones a los médicos basadas en su productividad, reconociendo así la importancia de motivar al personal de salud.

La presidenta Buruaga destacó que el objetivo es reducir tanto el número de personas en las listas de espera como los tiempos de espera promedio, que han estado en constante aumento durante los últimos ocho años debido, según sus palabras, a la "inacción" de la Consejería de Sanidad del Gobierno anterior.

El consejero de Salud, César Pascual, resaltó la ambición del plan y enfatizó que no se trata simplemente de aumentar la carga de trabajo de los profesionales de la salud, sino de optimizar el rendimiento asistencial. Pascual ejemplificó la necesidad de sustituir rápidamente las intervenciones quirúrgicas en caso de cancelaciones para maximizar la eficiencia del sistema.

Dentro de las medidas específicas, se contempla la contratación de más personal médico, con una partida especial destinada a la ciudad de Laredo. Sin embargo, Pascual advirtió que los efectos de estas contrataciones podrían no ser evidentes hasta después del verano. Este enfoque estratégico busca aliviar la carga de trabajo existente y mejorar la capacidad del sistema para atender a un mayor número de pacientes.

El plan también aborda la optimización de los horarios de la sanidad pública, proponiendo una mayor actividad ordinaria en horarios de mañana y la multiplicación de la actividad extraordinaria, con derivaciones a centros concertados cuando sea necesario. Se destinarán 55 millones de euros en tres años para este propósito, junto con 5 millones adicionales anuales para retribuir a los profesionales médicos en función de su productividad a partir del segundo año.

La presidenta Buruaga aseguró que el plan es serio, realista y de gran calidad técnica, pero también reconoció que la situación actual es peor de lo anticipado. Se espera que la reducción de las listas de espera sea progresiva, con la meta de alcanzar los objetivos propuestos para finales de 2026.

El consejero Pascual detalló las ocho líneas estratégicas de actuación contempladas en el plan para los próximos tres años. Estas incluyen medidas organizativas y de gestión, mejora de la organización institucional y de la gestión de procesos administrativos, así como acciones específicas dirigidas a la actividad quirúrgica y las listas de espera.

Además, el plan busca optimizar la eficiencia en el uso de los recursos sanitarios públicos disponibles, analizando las suspensiones quirúrgicas, ampliando la jornada en actividad quirúrgica efectiva y mejorando el equipamiento e infraestructuras. También se destaca la participación de la Atención Primaria en la cirugía menor ambulatoria y la implementación de sistemas de retribución variable.

En cuanto a la gestión e información de las listas de espera de consultas y pruebas diagnósticas, se prevé una mejora significativa. Esto incluirá la adecuación de la demanda y la optimización de los rendimientos de consultas externas y pruebas diagnósticas, así como la garantía de información periódica a los ciudadanos sobre el estado de estas listas.

El Gobierno de Cantabria se enfrenta a un desafío importante en el sistema de salud, y este plan integral busca no solo reducir las listas de espera, sino también mejorar la eficiencia y la calidad de la atención médica en la región. Con un enfoque ambicioso, se espera que este esfuerzo de tres años marque un cambio significativo en la situación actual y garantice un acceso más rápido y eficaz a los servicios de salud para la población de Cantabria.