Solo hay una paragüería en Cantabria, que resiste a los precios baratos de los bazares: "De momento da para que mi hermano y yo vivamos medianamente bien"
Rafael y David, hermanos con estudios superiores, recogieron el testigo de su padre en la paragüería "Niágara". Ya no quedan más negocios de este tipo en la región, a pesar de la climatología adversa

Santander - Publicado el
2 min lectura
De doce paragüerías que había en Cantabria en los años 80, solo queda una. “Niágara” resiste; está en la calle Cervantes de Santander, con dos hermanos al frente, Rafael y David López. La paragüería abrió en 1951, a cargo de Ángel del Río Aja, una persona ciega. Víctor López, el padre de Rafael y David, llegó al negocio en 1980. En aquellos tiempos no solo se vendían paragüas, también los fabricaban.

Exterior de la paragüería Niágara, en la Calle Cervantes de Santander
calidad a un precio muy asumible
Suena paradójico que en una región tan lluviosa como Cantabria, las paragüerías brillen por su ausencia. En "Niágara" encuentras productos que oscilan entre los 10 euros, paraguas de aluminio, a los 150 que cuestan los paraguas italianos o austríacos de mucha más calidad. Pero por 30 euros puedes contar con un buen producto, resistente y duradero.
Rafael cuenta a COPE que aunque "para toda la vida ya no hay nada, para que te dure bastante un paraguas depende sobre todo del material; actualmente la mayor calidad la encuentras en la fibra de vidrio, una montura japonesa. Todas las telas ya vienen preparadas, tienen un tratamiento de Gore-Tex".
Respecto a la competencia de bazares y 'Todo a 100', los hermanos asumen la diversidad de precios con naturalidad: "Cada uno tiene su nicho de mercado; en esos establecimientos tienen cosas más baratas, y nosotros una gama de calidades, precios y demás para otro tipo de clientela".

Interior de la paragüería Niágara
"de momento da para vivir medianamente bien"
Con la jubilación de Víctor, Rafael y David recogieron su cartera de clientes, contando con una ventaja respecto a otras tiendas de Santander, y es que el local es suyo, no están de alquiler. Siguen adelante convencidos de que el negocio perdurará muchos años más.
No dudaron en asumir la gestión de la paragüería, a pesar de contar los dos con estudios superiores. Cuando se le pregunta a Rafael por qué optaron por continuar el camino de su padre, se muestra contundente: "¿Y por qué no...? No sé, fue por tradición, supongo. Aquí ya tenemos clientela heredada de nuestros padres, y sus hijos siguen viniendo. Yo espero seguir aquí hasta que me jubile... De momento da para que mi hermano y yo vivamos medianamente bien".
El perfil del cliente es el de un hombre o mujer mayor de 30 años. En Niágara, además de vender paraguas, también los arreglan, y cuentan con un extenso surtido de abanicos y bastones.